Tras el sainete provocado por la impericia de los diputados locales a la hora de generar un nuevo marco jurídico-institucional en materia electoral, La Purísima se ha dado a la tarea de consultar con expertos las consecuencias reales del embrollo. Se exponen a continuación:
Que el IFE sí puede organizar la elección y no necesariamente por la petición de Salvador Hernández Gallegos y sus muchachos. Según consta en el artículo 41 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos: “El Instituto Federal Electoral asumirá mediante convenio con las autoridades competentes de las entidades federativas que así lo soliciten, la organización de procesos electorales locales en los términos que disponga la legislación aplicable”.
Aunque es difícil, es posible. En caso de que el pleito de egos y luchitas de poder entre el Congreso y el Instituto siga, y se prolongue por más tiempo, Luis Armando Reynoso podría señalar que hay riesgo de ingobernabilidad en el estado y con esto pedir al IFE que organice el proceso. El procedimiento sería que el gobierno estatal depositara el presupuesto del IEE y las prerrogativas de los partidos a la federación para que de ahí se fueran suministrando al IFE para la organización.
Es decir: la elección tendría que aplazarse para que se cumplieran los seis meses de antelación que pide el COFIPE en su artículo 18 párrafo 3 en el que se lee que el Consejo General del IFE decidirá si el organismo entra de relevo “al menos con seis meses de anticipación al inicio del proceso electoral de que se trate”.
Cabe mencionar que tanto nuestra Constitución local como el Código electoral no contemplan la ayuda del IFE en un caso extraordinario como éste.
Pero estos son sólo escenarios probables futuros que, por la inestabilidad que provocarían, la mayoría desearíamos que ojalá no se dieran. Lo ideal sería que los consejeros actuales respeten su palabra y se hagan ya a un lado o que acaben su periodo y se vayan, para permitir que el proceso electoral se realice sin rencores (o sin tantos rencores) y que se enturbie aún más al iniciarse, nos señalan los expertos.
La “exhibida” que le dieron a los diputados locales ya fue suficiente. Ya sabemos que la actual legislatura no se ha distinguido por el manejo aseado de la técnica legislativa (recordemos que también perdieron el caso de la magistrada Viguerías, por tratar con una frivolidad similar el asunto), mucho menos de el uso de la política como herramienta para dirimir conflictos; pero lo que está en juego es la estabilidad política del estado.
Pero como en la política moderna de este país no hay ideales, sino intereses, se ve difícil que esto pase y lo más probable es que el pleito continúe. De ser así, también cabría la posibilidad de que entre al ruedo un “gobernador interino”, pues el gobernador Reynoso no puede estar ni un minuto más de seis años (formalmente) al frente del Poder Ejecutivo Estatal.
El interino podría quedarse en el poder hasta por ocho meses una vez que entre el nuevo congreso, que de inmediato se eregiría como colegio electoral, según se lee en el artículo 42 de la constitución local, designe al interino y convoque para una nueva elección.
Pero aquí el problema es que tampoco habría congreso (así, con minúsculas), si fuera el caso de que se retrasara la elección. Recordemos además que el congreso entra en funciones en noviembre y el gobernador hasta diciembre.
Y si en apariencia los consejeros tienen de rodillas al congreso y en ascuas al resto de los que vivimos en el estado, podría volteárseles el chirrión por el palito, como dicen, pues ya hay antecedentes de que en el caso de que los consejeros le “pongan gorro” a los magistrados del TRIFE y que, ante tanta negativa para incorporarse a los cursos que pueden reelegirlos, de plano los multen por “frivolidad”.
Y mientras la campal sigue entre diputados y consejeros, los que todavía no se sientan, ni tienen seguro poder sentarse en la sala de sesiones del Instituto Estatal Electoral, son los cinco consejeros que tomaron protesta el 29 de julio, que ya se están disputando la posición de la presidencia.
Dentro del nuevo consejo hay tres mini grupos que ya pelean por los privilegios del control del presupuesto. En el primer grupo, en solitario, va la actual consejera Georgina Barkigia, quien ya dio golpes en la mesa para ordenarles a los otros cuatro que tienen que elegirla a ella para esa posición principal por su trayectoria en el ámbito electoral.
Esto no solamente causó molestia entre los otros dos grupos, uno ligado al panismo y formado por Jimena Cano (ex asesora de Jaime Gallo, el diputado panista) y Óscar Alberto Hernández Valdés; y el otro de las presuntamente ligadas al PRI, Dafne Elena Domínguez y Claudia Díaz de León, sino que al parecer ya llegaron a un primer acuerdo “informal”, que es que podrá ser cualquiera, menos Barkigia. “Entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño”
P.D. Y los nominados para el interinato que se podría estar cocinando desde la que fuera mansión de los Rincón Gallardo son: 1) Juan Ángel Pérez Talamantes, de corazón priista y cada vez más cercano al gobernador Luis Armando Reynoso, con buen respaldo de los Olivares; 2) Carlos Lozano de la Torre, quien ante las dificultades electorales que ha tenido, vería esta buena opción. Otro priista, cercano al luisarmandismo, y que además tiene buenas credenciales entre los hombres de dinero de Aguascalientes, e incluso entre muchos de peso nacional; y 3) El propio Héctor Hugo Olivares, quien tampoco tiene una mala relación con el palacio mayor, y también sortearía la difícil aduana de las elecciones con este mecanismo.
P.D. 2 Nos reportan (ex) trabajadores del gobierno estatal que los despidos están a la orden del día. El lunes, señalan que 20 personas dejaron de laborar en SEPLADE. En SEGI, las cosas caminan por la misma ruta. En el ICA, se preparan las mismas medidas.