Quien cada día cobre más fuerza en la lucha por la candidatura del PRI es el senador Carlos Lozano, que, por lo pronto, ha logrado centrar en su persona la atención del medio político local, para bien, o para mal.
Ayer, en Zacatecas, Lozano estuvo muy bien acompañado de un grupo respetado de empresarios que avalan su gestión al frente del desarrollo económico de aquella entidad, y que han dicho, como otros más del DF y otras entidades, que “le van a meter lo que sea necesario” para que Carlos sea gobernador.
Entre ellos, destaca el empresario José Aguirre Campos, prolífico constructor y hombre querido, originario de la hermana república de Fresnillo, Zacatecas. Aguirre es uno de los principales “sponsors” de Lozano, y es, además, dirigente de la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión en el vecino estado.
Los espaldarazos al senador vinieron, además, de hombres como Manuel Fernando Sescosse, alto directivo de Banorte, así como de Pablo Reimers, industrial de tradición, y Guillermo Muñoz Popoca, entre otros. No cabe duda de que el senador dejó buen sabor de boca a los vecinos, que lo impulsan con tal enjundia que pareciera fuera a postularse para gobernador de Zacatecas.
Y en esta dinámica de “monopolizar” la agenda política, Lozano ha sido blanco de comentarios menos agradables, como los vertidos por su ex jefe Otto Granados en Radio BI el día de ayer, quien a la letra, expresó: “La agresión que le propinó un cercano servidor de Carlos Lozano al ex presidente Fernando Gómez el sábado pasado es profundamente reveladora de la inestabilidad psicológica y debilidad política que al parecer invade al establo del actual senador de primera minoría, en efecto, como lo reportaron con detalles, casi todos los medios, y digo casi porque uno de ellos deliberadamente mintió al relatar la historia…”.
Y es que, el pleito entre Fernando Gómez y Jorge Varona ha seguido dando de qué hablar, pues la secretaria general del PRI (sí, hay secretaria general en el tricolor, aunque usted no lo crea) Elsa Mabel Landín, (para más señas, sobrina de Héctor Hugo Olivares) descalificó al ex gobernador como un priista que no ha cumplido a cabalidad con el “partido”.
Primero, la forma a referirse a su partido por parte de algunos priistas no llama sino a la hilaridad, pues todavía mencionar al PRI como “el partido” muestra que estos priistas han invernado algunos años y no se han dado cuenta que, al menos desde hace poco más de una década dejaron de ser ese monolito sobre el que giraba la vida pública del país y de Aguascalientes. Pareciera como si estuvieran hablando en la Unión Soviética en plena guerra fría, pero en fin.
Segundo, la sobrina de Olivares debiera estar más preocupada por tener una postura crítica sobre “el evento”, que sucedió “en el partido” (para seguir con la familiaridad); es decir, hasta donde se sabe, ni ella y mucho menos el presidente del PRI en la entidad, Isidoro Armendáriz, quien ha sido la sombra del político que siempre fue a últimos meses, han dado dos golpes en la mesa para poner las cosas en orden al interior de la ex aplanadora.
Desde afuera, no se puede concebir ni a ella ni a Armendáriz hablándole fuerte ni a Gómez, ni a Carlos Lozano, ni a Lorena Martínez, ni a Gabriel Arellano… vaya, ni al propio Varona luego de tantos amagos de pleitos y pleitos con toda la extensión de la palabra que se han dado en el “tricolor” de hace unos tres o cuatro meses a la fecha.
Tan no tienen liderazgo que otros han tenido que llenar los huecos que la dirigencia priista ha dejado, baste recordar que ni ella ni Armendáriz fueron convocados a la comida de precandidatos en casa de su tío Héctor Hugo.
Por lo pronto los “ottistas” acordaron ya no subirse al ring contra Elsa Landín, pero no por no querer deliberar sobre el tema, sino porque, aseguran, la Secretaria General del PRI en Aguascalientes no tiene la estatura política para sostener un debate.
Y es que los propios “ottistas” aseguran que la estrategia emprendida va más por la idea de poner a Granados dentro del circo para distraer la atención de lo que realmente está pasando en el PRI, que no dijeron qué es, pero se sabe que es que el PRI se está cayendo en trocitos antes de tiempo y cada vez se están pareciendo más al PAN de inicios de 2008 en la entidad (deuda-gate).
No obstante, a Otto cada día le será más difícil enfilar sus baterías contra Lozano por su “amasiato” con el gobernador Luis Armando Reynoso, puesto que la actitud de Lorena Martínez y otros priistas no ha sido muy distinta de la del senador, como lo atestiguamos en los distintos eventos del 15 de septiembre.
Que fue de vacile el anuncio que hiciera hace tiempo sobre cambiar al director del hospital Hidalgo, les dijo el gobernador a los trabajadores del hospital Hidalgo que acudieron al evento de su 106 aniversario, justificando que con eso se dio cuenta de que los empleados quieren a Aguayo Leytte y que “no me equivoqué” al designarlo en ese cargo.
Mientras Reynoso Femat pronunciaba este discurso ante Gabriel Arellano, Ventura Vilchis, Jaime Gallo, Antonio Martín del Campo, Baudelio Esparza y otras personas, al auditorio del centenario nosocomio llegó Lorena Martínez, quien se sentó como uno más del público.
Sin embargo, al acompañar a los funcionarios en el recorrido por el área que entregaron en el evento, la ex diputada y una de las fuertes cartas del PRI para la elección local del 2010 pudo acercarse al góber y hasta se tomaron de las manos con singular alegría a manera de saludo.
Esto, minutos después de que “la Martínez”, en una muestra de unidad, le acomodara la corbata al alcalde capitalino, Gabriel Arellano.
Ya en la noche, en el evento del grito de independencia, el que sí estuvo presente fue (¿quién cree usted?) Carlos Lozano, con todos sus Lozano Boys y un equipo de videoproducción, que registró cada encuentro que tuvieron, incluida la entrada triunfal que hicieron al salón rojo, minutos antes de que el gobernador saliera al balcón.
El grupo, acompañado de sus esposas, había cenado en el restaurante que está junto a palacio mayor para celebrar las fiestas patrias.
Raúl Cuadra también estuvo presente, tan sonriente como siempre, aprovechando el evento para conversar con varios de los actores políticos que allí se encontraban.
Otro que ahí estaba era el presidente del Partido Nueva Alianza (PANAL), Yuri Antonio Trinidad Montoya, con quien Gabriel Arellano tuvo una muy breve conversación para recibir el agradecimiento por algo de este personaje.
P.D. Luego de que el lunes publicáramos en esta columna las sospechas sobre la empresa GIA Live, con la que varias universidades firmaron un convenio de colaboración, hemos recibido llamadas a través de las que piden que adviertan a inversionistas locales sobre la mencionada empresa estilo “piramidal” ya que podría tratarse de inversión de “alto riesgo”, pues la empresa, hace no más de seis meses tuvo que liquidar al total de sus empleados por problemas de liquidez y, aseguran, son varios trabajadores los que no pudieron cobrar lo que por ley les corresponde.
