Ningún servidor público debe hacer escarnio o mofa de una condición económica, religión, estado físico o preferencia sexual. No es una forma de actuar prudente para quien ejerce la política, pues un cargo público conlleva la representación de todos los sectores sociales. Así pues, el alcalde Gabriel Arellano se equivocó al afirmar con aquello de que “malo es que le guste un hombre a otro hombre o una mujer a otra mujer”, ante estudiantes de bachillerato, según explica Mauricio Navarro en la nota de La Jornada Aguascalientes que detalla el hecho, aunque hay que precisar que dicha declaración la hizo en un contexto de informalidad y en tono de broma.
Por la naturaleza de mis colaboraciones en este medio de
comunicación, mal haría en no señalar el error, pese a que mi trabajo
principal es precisamente en el ayuntamiento de Aguascalientes, aunque
es también por esa razón que puedo aportar información que contrasta
con una imagen machista del presidente municipal. Sé que el ingeniero
Arellano proviene de una familia con educación conservadora y que puede
presumir de ser orgullosamente católico, pero eso no ha sido
impedimento para demostrar un actuar conforme al estado no confesional
que nos rige.
En una colaboración anterior di cuenta del respeto que el jefe de la
comuna ha manifestado expresamente hacia los servidores que
abiertamente ostentamos una orientación diferente a la heterosexual. De
hecho y para ejemplificar, tan sólo en la Secretaría de Desarrollo
Social, donde soy el encargado de comunicación, somos varios los
empleados que en alguna ocasión hemos incidido en la lucha por los
derechos humanos de la comunidad LGBTTTI, como Wilfrido Salazar Rule,
quien labora en el Instituto de Cultura y hace nueve años encabezó la
manifestación contra la administración de Luis Armando Reynoso; de
igual forma el arquitecto David Horacio Alonso Valdés, quien atiende
cotidianamente a mujeres trans y jóvenes gay para proporcionarles
información sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual
así como dotarles de insumos de prevención (condones).
No quiero convertirme en un defensor oficioso, pero considero
prudente señalar las acciones afirmativas a favor de homosexuales y
lesbianas por parte del gobierno municipal:
A) Los permisos otorgados para la realización de eventos en
lugares públicos para diversas organizaciones de la diversidad sexual.
(Marchas, certámenes, eventos culturales, etc.)
B) Donaciones económicas y en especie para la operación de
organizaciones de la sociedad civil que atienden a personas con VIH o
promueven la salud sexual.
C) Las diversas licencias existentes para la operación de antros gay en la ciudad.
D) El proyecto “El Cantón de los Chavos” financiado a la asociación
VIHDHA por el DIF municipal para la realización de pláticas de
prevención de VIH y otras ITS para jóvenes de preparatoria.
E) Los talleres de Equidad de Género realizados por el Instituto
de Municipal de la Mujer impartidos por el Centro de Capacitación para
el Desarrollo Comunitario (CECADEC), con enfoque especial en políticas
públicas.
F) La donación de material de construcción para la remodelación de
las instalaciones del Centro Cultural “Spazioz” de Colectivo Ser Gay
AC.
Por supuesto, aún faltan acciones importantes en materia de derechos
humanos, especialmente para el sector “trans” (travesti, transgénero,
transexual) como la derogación del Código Municipal de las faltas
administrativas conocidas como “faltas a la moral y las buenas
costumbres”, dejadas al arbitrio de los elementos de seguridad pública
y los jueces calificadores, lo que deviene en violaciones a las
garantías individuales de los hombres o mujeres que eligen comportarse
o vestir como alguien del género contrario, o bien, manifestar su
afecto con una persona del mismo sexo (besos, caricias, abrazos,
tomarse de la mano, etc.) Aparentemente, hay voces al interior del
Cabildo de la capital que están a favor de la eliminación de este
anacrónico concepto legal.
En resumen, creo que darle el calificativo de homofóbico a Gabriel
Arellano sería equivocado, pues creo que ha sido de los pocos
mandatarios en la historia de Aguascalientes que abiertamente ha
manifestado su apoyo a los grupos minoritarios. Es cierto que sus
declaraciones son espontáneas y muchas veces cargadas de expresiones
coloquiales o tradicionales, pero sin llegar a las ofensas directas.
En cambio, sí tengo que recriminar a dependencias que incumplen su
función, como el ISEA, quien continúa con la negativa de someter su
plan anual en materia de salud sexual a la aprobación del Consejo
Estatal para la Prevención del VIH/Sida de Aguascalientes, ya que los
consejeros no hemos sido convocados para tal fin.
Situación similar sucede con la Comisión Estatal de los Derechos
Humanos, elefante blanco que hace de todo menos defender de las
violaciones ejecutadas por cualquier autoridad contra la población en
general.
Preocupante también el actuar de algunos diputados que sobreponen su
ideología personal a las políticas públicas, sin criterios científicos
y laicos en legislaciones relativas a la salud, la familia y los temas
penales. n
¡Congruencia por favor!