Seis autores que incursionaron en la literatura a través de la colección “Primer Libro”, editada por el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA), vivieron su ceremonia de “iniciación” con la presentación de sus libros que fueron producto de un sueño hecho realidad.
Para todos, la emoción de tener una larga fila de personas esperando por una firma y sobre todo la idea de que los lectores lleguen al encuentro de su publicación les llenó el espíritu.
El foro central Universo del Museo Descubre estaba lleno, luego de
las palabras de cada uno de los nuevos autores, el público conformado
en su mayoría por familiares, amigos y amantes de la lectura regalaba
un sinnúmero de aplausos a manera de felicitación por esas ediciones
que sus autores apenas pueden creer que son ya un hecho.
Edmundo Gutiérrez, Saeed Pezeshki, Juan Alberto Martín del campo,
Mariana Torres, Catalina Sánchez y Juan Francisco Pizaña, unos más
jóvenes que otros, pero todos con su experiencia y anécdotas vertidas
en éste, su primer libro, que parece ser sólo el inicio de una
experiencia en las letras.
Juan Francisco Pizaña, autor del libro “El Rey Avaro”, dijo
sentirse comprometido a seguirse acercando a la literatura después de
la presentación de esta primera publicación, aún cuando éste es un
territorio del arte que él no lo había explorado anteriormente.
Destacó la importancia de Primer Libro como una de las tantas
formas de promover la lectura de maneras muy diversas, desde categorías
distintas y con un sentido muy rico de expresión; este tipo de
publicaciones no van dirigidas a un público muy especializado, sino más
bien buscan llegar a un público en general, en este caso a los niños,
que en su formación deben tener un acercamiento con la literatura.
Él está interesado en seguir trabajando de cerca con los niños,
conocer más de sus intereses y es que en este primer ejercicio para él
no fue fácil encontrar la forma de adaptar su lenguaje y las mismas
ilustraciones para captar la atención de los pequeños, fue una fortuna
que la edición pudiera ser en color, pues eso era esencial como parte
de la vida de sus personajes. “No espero que los niños lo cuiden o lo
tengan en un librero, sino más bien quiero que los abran, los vean, los
rayen, que hagan lo que quieran con él y sobre todo que se queden con
algo del mensaje humano que les quiero dar”.
A través de su obra, trata de comunicar precisamente la amistad y
el hecho de compartir, es por eso que él prefiere que luego de leerlo,
lo presten, lo regalen, lo rompan… que de cualquier manera compartan lo
que hay en él.
Saeed Pezeshki, que había incursionado más bien en terreno del
teatro, dijo que a la par que empezó su acercamiento con la escena
también se inició en la ruta de las letras; sin embargo fue hasta esta
ocasión que se decidió a darle forma y estructurarlo de una forma
concreta. Para él, la convocatoria fue el pretexto para entregarse de
lleno a darle forma y propiciar un orden, fue una forma extraña pero
muy emocionante y esta presentación fue una motivación para continuar
por este camino de una manera ya profesional.
“Me siento responsable de darle continuidad, más allá de que vengan
más libros, que sí me encantaría, la idea es darle seguimiento a este
primer libro; que la gente lo lea, poderlo compartir con la gente de
Aguascalientes, que es donde surgió todo y llevar para Buenos Aires”.