He recibido comentarios recientes sobre la amplísima cobertura informativa que La Jornada Aguascalientes ha dado al PRI recientemente, sobre-representando a dicha fuerza política en relación a Acción Nacional.
Por principio de cuentas, como he respondido, creo que tienen razón. La vorágine de la vida pública acarrea a los medios de comunicación, que siempre deben de tener una interlocución abierta con su comunidad de lectores y críticos para corregir excesos.
Sin embargo, y sin negar que hayan existido estos, hay causas muy específicas de esta sobre-cobertura, que tienen que ver con el acelerado proceso interno que vive el Revolucionario Institucional y con la tensa calma que se respira en el PAN, en buena medida, gracias a la fortaleza de la dominante alianza entre Luis Armando Reynoso Femat, Fernando Herrera Ávila y Arturo González Estrada.
En mi opinión, esta semana se confirmó que la carrera priista por la gubernatura sigue teniendo 3 invitados mayores. Ello, sin desestimar la aceptación generalizada que sigue teniendo Fernando Gómez, la trayectoria hegemónica en el tricolor de Héctor Hugo Olivares Ventura y el récord electoral perfecto, que recordara Otto Granados recientemente, de Fernando Palomino Topete.
Lorena Martínez terminó por ganarse su lugar entre los grandes con el evento del jueves. Esto, pese a no ser tan conocida como Carlos Lozano, que prácticamente tiene dos campañas estatales ya andadas, o Gabriel Arellano, que es la principal figura del PRI, aunque en el seno del partido no se haya terminado de entender.
Para muchos, el mensaje fundamental del informe de Martínez tuvo que ver con la presencia de Beatriz Paredes, César Duarte y Emilio Gamboa Patrón. Para mí, sin embargo, tuvo que ver con una asistencia generalizada de los principales liderazgos del PRI, con excepción de la corriente de Lozano. Me parece que ese no es un tema menor, pues soy de los que veo como condición necesaria para quien aspire a ser el candidato del PRI el tema del consenso, pues un PRI dividido difícilmente podría hacer frente al PAN-Gobierno, que según indicadores serios, sigue siendo la identidad política predominante en el estado.
Además, creo que la muestra de músculo de la diputada tenía a Beatriz Paredes como destinataria y no como emisora. Me explico: el apoyo de Paredes a Lorena no es noticia nueva, pero para la Martínez era fundamental dejarle en claro a su jefa política que tiene en Aguascalientes “las canicas” necesarias para pelear la gubernatura y no sólo para ser candidata.
En cuanto a Carlos Lozano, destacaría, más allá de la polémica en torno a su estrategia de contraste, la que creo es su más grande cualidad (aunque la cara opuesta de nuestras más grandes cualidades siempre sean nuestros mayores defectos): su ambición.
Independientemente de que para muchos la actitud desafiante del senador priista no será bien recibida en un partido forjado en la tradición de la “institucionalidad”, yo creo que su decisión de quemar las naves sí ha logrado generar un ambiente de presión para sus contrincantes. No son pocos los líderes de opinión, especialmente los de afinidad tricolor, que me han comentado que lo “menos riesgoso” que podría hacer el PRI sería postular la fórmula Carlos Lozano – Lorena Martínez, en gran medida, por el temor de una escisión.
Para entender su estrategia, hay que recordar que Lozano se ha mantenido las últimas 3 décadas en los más altos niveles de la administración pública enfrentando todo tipo de antipatías en los círculos de gobierno y situaciones adversas. Pese a que muchos de sus compañeros de gabinete o ex jefes no le tengan mejor de los afectos, también es útil que nunca salió de ningún cargo por la puerta de atrás para conocer su carácter.
Quienes dan por muerto a Lozano por el rechazo que su estrategia ha causado en ciertos sectores lo subestiman. Para mí, es un actor político consciente que deliberadamente está propiciando una polarización. En cuanto a los factores que tiene en contra, veo como el más importante la escasa representatividad de su grupo en los órganos de dirección del partido. De ahí que sus baterías se hayan enfilado en el último año a plantear el relevo de Isidoro Armendáriz.
Y si en el caso de Lorena una debilidad es que no es masivamente conocida, ese podría ser un factor de riesgo para Lozano, porque tendría mayores dificultades para crecer.
Finalmente, está el caso de Gabriel Arellano, quien creo que es excesivamente subestimado en el primer círculo priista, básicamente, por su poco apego a la forma tradicional de actuar en el partido.
Sólo el dirigente estatal del PRI ha entendido la necesidad que tiene dicha organización política de proteger la imagen de su principal carta. Si se diera el caso de que Arellano no fuera el candidato, estoy seguro de que ni Lorena Martínez ni Carlos Lozano podrían ganar una elección sin el apoyo del presidente municipal. Una de las mayores cualidades que observé en David Hernández Vallín en la pasada contienda federal fue su capacidad de complementar su origen “lorenista” con una nueva lealtad a Gabriel.
Cuando se habla del poder de la “chequera” que tiene a su disposición el alcalde, no se trata sólo de un tema de pesos y centavos, sino de que tiene a su alcance una gran cantidad de operadores políticos, que quizás hoy podamos ver desaprovechados, pero que con un apretón de tuercas pueden ser determinantes. Personalidades como el Dr. José de Jesús Ríos Alba, que no serán desleales a Arellano, y que podrían marcar la diferencia en el escenario de una elección abierta.
Pero, como en otros casos, “la chequera” es también la mayor amenaza de Gabriel. Me refiero a un equipo que a todas luces se ve plagado de ineficacias y de escasa lealtad al alcalde. Es común que quienes lo rodean todos los días y se ríen desproporcionadamente de sus bromas, sean los primeros en menospreciarlo y de dejarlo tirado en las tareas de gobierno.
Así veo el momentum del PRI. Lorena tiene control sobre los órganos y el proyecto de mayores consensos, Lozano tiene una ventaja sicológica y de carácter, y Gabriel Arellano cuenta con la posición más privilegiada y mayor popularidad. Ninguno de estos 3 abandonará la contienda este año, simple y sencillamente porque podrían no volver a tener las condiciones que hoy tienen para llegar. Así que aunque la batalla se dio de manera anticipada, será muy larga.