Contrario a lo que muchos piensan, los videojuegos pueden ayudar al desarrollo de los niños y promover incluso la práctica de actividad física.
Bajo esta premisa, Carlos Delgado Mata y cuatro de sus alumnos en la maestría en Ciencias desarrollan un proyecto integral para el diagnóstico y desarrollo de las habilidades motrices finas y gruesas en pequeños de entre dos y nueve años de edad, comparando también las diferencias entre niños y niñas y entre aquellos con hábitos deportivos y sedentarios.
El proyecto comenzó a desarrollarse desde inicios de año, con el apoyo de la Universidad Pompeu Fabra, de España y basado en las ventajas que las nuevas generaciones de consolas y la tecnología misma está aportando. Hasta ahora, la parte más avanzada es el videojuego “Adventures in the Jungle” o “Aventuras en la Jungla”.
El juego se divide en niveles, según comenta su desarrollador y se juega a través de diferentes dispositivos: una pantalla multitáctil, un control inalámbrico y un tapete de baile. Todo está siendo construido y armado por el equipo de trabajo, de modo que resulta un juego de video de bajo costo y alta utilidad.
El primer nivel sirve para conocer y evaluar las capacidades motrices de los pequeños. Al usar el tapete de baile para simular los movimientos musculares que se requieren para correr, según la edad de cada jugador, se desarrollan su coordinación, ritmo, equilibrio; es decir, la motricidad gruesa.
En la segunda parte, compuesta de los niveles 2 y 3, los pequeños deben unir piezas, combinando colores o multiplicando, para lograr mayor puntaje. Con esto, además de aprender los colores primarios y las combinaciones de las que se resultan los secundarios, así como las habilidades matemáticas, los jugadores desarrollan las habilidades motrices finas, pues todo lo hacen con las manos a través de la pantalla multi apuntador.
Delgado Mata y sus colaboradores esperan que el concepto quede completamente terminado para finales de este año; debido a la nada desconocida falta de inversión que México destina a los proyectos de investigación, los ingenieros han hecho honor a ese título construyendo con materiales austeros la pantalla y adquiriendo insumos de las consolas comerciales a precios más bajos.
“Estamos utilizando el control del Wii; estamos utilizando la cámara del Play Station 3 porque una de sus características es que tiene un muy alto refresco de la imagen… esta cámara da más de 100 frames (cuadros) por segundo… estamos usando el tapete del Dance Dance Revolution y también estamos usando el tapete del Wii Fit”, comenta, con lo que han abaratado los costos del proyecto, que hasta el momento han sido de entre 10 mil y 15 mil pesos.
Al igual que los videojuegos comerciales, Adventures in the Jungle cuenta con la posibilidad de capturar la información, lo que sirve para registrar el avance de los niños.
El investigador asegura que no “comulga” con eso de patentar los resultados de sus trabajos porque se trata de amalgamas de ideas, admite que una vez que éste quede concluido le gustaría acercarse al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) para que cumpla con el objetivo de servir en lugares como escuelas y centros de rehabilitación entre otros.
Carlos Delgado Mata presentará los avances de su proyecto a finales del próximo mes en la conferencia “Africon 2009”, a celebrarse en Nairobi, Kenya, donde asisten investigadores de todo el mundo.