n paso atrás para dar dos adelante fueron ignorados por la dirigencia vallejista, que engolosinada con el poder ganado primero por las luchas económicas y después en el momento más oportuno, lograr el ganar avasalladoramente un sindicato controlado por un charrismo avalado por el Estado Mexicano que nunca se imaginaron que perderían de una forma impresionante, por la organización y la convicción de lucha de los trabajadores ferrocarrileros y que de una manera admirable de lucha de clases, lograron llegar a ganar asombrosamente un incremento salarial que parecía imposible y aún más ganar un sindicato por el margen que se gano, rotundamente, y que los partidos de izquierda volvieron como la historia los recuerda con su dogmatismo a perder lo que ya se tenía ganado, por que se quiera o no los tres partidos: Partido Comunista Mexicano, Partido Obrero Campesino y Partido Popular abanderaron de alguna manera las luchas obreras ferrocarrileras y que debieron orientar de alguna forma lo que se había ganado con un perfil ideológico objetivo para lograr conservar por mucho tiempo lo que tanto costó y se hubiera expandido en otros sindicatos las luchas que habían emprendido los ferrocarrileros, con esta derrota retrocedió la historia y se logró consolidar el corporativismo obrero que en la actualidad vivimos, con la desaparición del verdadero sindicalismo que yace en la tumba del olvido.
El día primero de diciembre de 1958, asume el poder como presidente Adolfo López Mateos y designa como gerente de los Ferrocarriles Nacionales a Benjamín Méndez, se reúne con el Comité Ejecutivo Nacional y hace una de las proposiciones más importantes, la revisión de las tarifas del transporte de la empresa, esta propuesta era delicada, ya que afectaba directamente el transporte de minerales que, en manos de extranjeros, gozaba de enormes privilegios.
El Comité Ejecutivo encabezado por Vallejo, envía una demanda de aumento del 16.66% sobre los 215 pesos, con motivo de la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo y la empresa solicita 60 días para estudiar y solucionar las demandas, la huelga se anunció para el 25 de febrero de 1959, el emplazamiento se hizo ante la Junta de Conciliación, exhortando al secretario del Trabajo a buscar una solución para la empresa y el Comité. A las demandas económicas se sumaban las peticiones de tipo político-administrativas, con ellas se pretendía reestructurar a los ferrocarriles, se proponía redefinir las tarifas y las demandas eran combinación de exigencias económicas y participación de los trabajadores en la empresa.
La fecha señalada para la huelga, 25 de febrero se acercaba y no había solución satisfactoria, asimismo organizaban una manifestación en apoyo a sus demandas, estaba programada para el 21 ó 22 de febrero, pero las autoridades se la prohibieron, ya que alterarían el orden público, sólo hubo un mítin en Buenavista, alentando a los trabajadores para iniciar la huelga el día señalado a las doce horas, la empresa declaraba que los ferrocarriles operaban con un déficit anual de 603 millones de pesos, por lo cual resultaba imposible acceder al aumento solicitado, la PGR según versiones, había girado orden de aprensión a Vallejo y su comité, por lo cual la tensión creció, no sólo en la capital, sino también en todo el país.
La madrugada del 25 de febrero, hubo pláticas en la Secretaría del Trabajo entre la empresa y el sindicato, sin llegar a ningún acuerdo, la huelga estalló y la Junta de Conciliación la declaró inexistente, fijando un plazo de 24 horas para que regresaran los trabajadores a sus centros de trabajo. Parcial o no el paro, existente o no existente la huelga, el resultado fue que el convenio que se firmó el 26 de febrero, en él se estipulaba que la empresa no podría suprimir puestos que se encontraran vacantes por muerte, jubilación o destitución, se otorgaba el 16.66% de aumento, sobre los 215 pesos, más de 66 millones a servicios médicos para los familiares; el programa de construcción de vivienda y la empresa se comprometía a llevar a cabo tanto su reorganización como la implantación de nuevas tarifas, de conformidad con la petición sindical, otra vez se impusieron los trabajadores y el servicio volvió a la normalidad, como vemos hasta aquí iba todo bien, era momento de una reflexión y ver todo lo que se había logrado, a continuación veremos lo que no se debió haber hecho.
Aunque tenía en contra a la prensa nacional, a la empresa y al estado, Vallejo y demás líderes locales, confirmaron el frente del movimiento, por descuido del Comité Ejecutivo, durante las últimas negociaciones, no se habían revisado, los casos de los Ferrocarriles Mexicanos del Pacífico y la Terminal de Veracruz; nuevamente se iniciaron las pláticas y se iban convirtiendo en una forma de pesadilla, se volvió a emplazar a huelga para el 9 de marzo a las 12 horas, también lo hicieron los Ferrocarriles Yucatecos que reclamaban un aumento del 50% en sus salarios, se reanudaron las discusiones, la situación en el Sistema Ferroviario era caótica, pero el movimiento seguía en lucha a pesar de la división de algunas secciones.
Se emplazó a huelga de nuevo, por lo tanto el 25 de marzo consideraban inminente las declaraciones de huelga en los Ferrocarriles del Pacífico, la Junta volvió a declarar inexistente la huelga, haciendo un llamado para que en 24 horas se reanudarán las labores, algunos partidos como el POC y el PP consideraban contraproducentes los paros, el PC y el mismo sindicato coincidían en llevar a cabo los paros hasta las últimas consecuencias el 26 de marzo quedaron despedidos 8 mil trabajadores del Ferrocarril del Pacífico y 5 mil del Ferrocarril Mexicano, todavía el 28 de marzo “Sábado de Gloria” con las pláticas conciliatorias ya interrumpidas, el Comité Ejecutivo del Sindicato pedía a 17 secciones del gremio que hicieran paro total, para solidarizarse con las huelgas del Mexicano y del Pacífico, si los paros anteriores habían sido parciales, el del 28 de 1959 fue total.
Ese mismo día por la mañana, el secretario del Trabajo, Salomón González Blanco, se entrevistaba con Vallejo para reanudar las pláticas, con la condición que se suspendieran los paros, el Comité Ejecutivo del Sindicato aceptaba, siempre y cuando se restituyeran al servicio a los trabajadores despedidos y se liberará a los detenidos, como no llegaban a un acuerdo, se convino seguir las pláticas el mismo día 28 por la noche; dicha reunión no se llevó a cabo porque Vallejo fue arrestado por la tarde, junto con los miembros del Comité Ejecutivo, en otras secciones del sistema se llevaba a cabo la misma acción, se había desencadenado la represión ejerciendo tal acción el ejército y la policía, el despliegue fue grandioso; en la sección de Peralvillo, utilizaron 800 hombres de tropa, policía y agentes, por toda la ciudad se desencadenó la represión, en Guadalajara incluso la fuerza pública chocaba contra el pueblo, en Tierra Blanca y Matías Romero la ciudad quedaba sitiada; en San Luis Potosí, perseguían a lideres encabezados por Rubén Rojas Vigil y así sucesivamente en todo el sistema se desencadenaba la represión feroz contra el movimiento, llevándose a cabo encarcelamientos masivos.
Con las aprehensiones se desmoronó el movimiento, el 29 de marzo del 59, un día después de las detenciones de los lideres, el ejército intervenía las instalaciones y guiaba los trenes, el 4 de abril del mismo año se normalizaba el sistema y así culminaba un episodio grandioso y heroico en las luchas obreras en el país, a consecuencia de la represión, cerca de 20 mil trabajadores del sistema ferroviario quedaron sin trabajo y sus familias sin ningún medio de subsistencia, ahí nos contamos mamá y hermanos, pero con el orgullo de tener a un padre con una convicción ideológica a prueba a pesar de haberle dicho a Campa, Vallejo, Aroche Parra y otros miembros del Comité Ejecutivo dar una paso atrás, para dar dos adelante, cuando ya se había ganado una vez más la lucha ese 26 de febrero y dejar para otro tiempo más oportuno los del Pacífico y los de Veracruz y recuerdo sus palabras: “Valentín, Demetrio nos van a golpear con su principio de autoridad, ya ganamos mucho conservemos el sindicato, vendrán tiempos mejores para recuperar lo perdido y reorganizar el movimiento obrero, nos toca el BUO y con ello debilitemos poco a poco el bastión charro que es la CTM “.
