Aunque la ciencia pareciera un tema más árido para los medios de comunicación hace falta un acercamiento entre ambas partes, por una parte los periodistas tendrían que especializarse en esta área para ver la forma de sacar el máximo provecho del conocimiento que producen los investigadores, ese sería un medio de divulgación adecuado, comentó Rosario Rogel Salazar, directora editorial del sistema internacional de indización revistas científicas REDALYC, quien participó con una conferencia con el tema ¿Para quién y para qué comunicar la ciencia?, en la inauguración del décimo seminario de investigación en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
El tema central de la conferencia versó sobre la diferencia entre divulgar y difundir, cuáles son los medios más adecuados y de qué manera los investigadores han encontrado la forma de dar a conocer los resultados de sus investigaciones, a través de revistas, medios electrónicos, libros y otras publicaciones periódicas.
Su ponencia inició con el planteamiento de que es una obligación de los científicos dar a conocer los resultados como una forma de cerrar el círculo del desarrollo, se genera conocimiento y se retroalimenta el proceso científico, es una forma de legitimar el trabajo científico entre la misma comunidad de investigadores y entre los ciudadanos porque la ciencia sólo se genera cuando las personas se comunican.
En el ámbito del trabajo científico existe poco conocimiento acerca de las vías de la divulgación y difusión de los conocimientos que respectivamente generan, y en el caso de los medios de comunicación existe la posibilidad de dar a conocer lo que los investigadores están trabajando a través de impresos, audio o un medio audiovisual que tienen mayor cobertura, son menos específicos y elitistas que las publicaciones especializadas donde a cada investigador le solicita muchos requisitos para fin de poder publicar.
Hacer ciencia es un proceso social y la socialización del conocimiento involucra factores de desarrollo y también plantea una pregunta fundamental, ¿los científicos saben comunicar?, para responder un cuestionamiento de esta naturaleza surgen planteamientos como que la invetigación debe generar resultados que deban darse a conocer, con quién quiere el investigador ponerse a dialogar, identificar los mecanismos de difusión, además de analizar los temas vigentes, quién y dónde se están trabajando relacionadas con las diferentes áreas del conocimiento.
Hay investigadores de algunas disciplinas científicas que de manera tradicional se acercan más a los medios de comunicación, por ejemplo la astronomía, la medicina o la química, pero hay otras áreas como las ciencias sociales y humanas donde es más difícil, “a veces los científicos se confunden entre la divulgación y la difusión, es un punto en el que habría de trabajarse con más cuidado”.
Actualmente hay algunos programas de televisión o secciones en algunos medios de comunicación relacionados con las ciencias sociales pero tampoco se han catalogado como herramientas de difusión, aunque también es importante tomar en consideración que los periodistas generalmente se acercan más con los científicos duros, pero en realidad hace falta más acercamiento entre ambas partes para entonces generar mayores redes de comunicación.
Rosario Rogel habló de un programa de maestría que se ofrece en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que está desarrollando la formación de divulgadores científicos en los que se han involucrado una buena cantidad de periodistas, que en su mayoría están involucrados con temas políticos y de espectáculos, pero no de ciencia que es más complicada por el lenguaje que cada uno de los investigadores utilizan.
“La idea es formar periodistas para divulgar la ciencia que es un poco más árido el tema, implica caer en una contradicción o tropezarse y entonces sería preciso que los medios se acercaran así como los mismos investigadores”.
En los medios de divulgación científica para los ciudadanos en general y los niños hay algunos productos que son sólo para vender y otros que sí incluyen seriedad en sus contenidos como la revista Cómo Ves de la UNAM, que es muy bonita y hay detrás de ella un comité científico de primer nivel que revisa todos los contenidos.
