En un comparativo que realizó la encuentra parametria respecto a los procesos electorales federales 2006 y 2009, el peso de la gestión de los gobernadores tuvo mucho que ver con los resultados para la elección de diputados federales, aunque los efectos fueron adversos para el PRD y benéficos para el PRI y las cuartas fuerzas políticas.
Entre las personas que aprueban el desempeño de los gobernadores del Partido Acción Nacional (PAN), el 52 por ciento votaron a favor del blanquiazul, mientras que el 19 por ciento de los que desaprueban el partido en el gobierno votaron por el PAN.
Los votantes del 5 de julio pasado que aprobaron la gestión gubernamental, el 35 por ciento votaron por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el 4 por ciento por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Mientras que los electores que desaprueban las funciones del gobierno estatal panista, el 44 por ciento tuvo una preferencia marcada hacia el PRI y el 15 por ciento al PRD, en lo respectivo a las cuartas fuerzas políticas alcanzaron el 22 por ciento de las preferencias electorales.
A pesar de esta influencia de los gobiernos panistas en el electorado, en la misma encuesta realizada tres años antes, los electores que dijeron aprobar al gobierno estatal blanquiazul en turno, votó el 55 por ciento por el PAN, 25 por ciento por el PRI y 19 por ciento por el PRD.
De los votantes que dijeron desaprobar la gestión administrativa estatal panista en el 2006, hubo un 23 por ciento que aún con ello prefirió votar por el blanquiazul, 51 por ciento por el PRI y el 26 por ciento por el PRD y solamente un uno por ciento por las demás fuerzas políticas.
“En el caso de los gobernadores de extracción priista, su nivel de aprobación promedio se encuentra prácticamente igual que hace tres años (70 por ciento), mientras que los gobernadores panistas registran 67por ciento de aprobación, tres puntos porcentuales más que en el 2006”.
Esta es una muestra de que la tendencia desde el 2002 es que los gobernadores vayan incrementando la evaluación que les otorgan los gobernados, donde la encuesta considera que los mandatarios estatales se están esforzando por mantener una imagen considerable entre los ciudadanos.
“La gestión de los gobernadores impacta en mayor o menor grado la forma en que votan los electores en cada uno de los estados, siendo esto último más evidente en las entidades gobernadas por el PAN y el PRI”.
El voto fue más dividido entre las personas que aprobaron los gobiernos priistas, pues el 47 por ciento votó por el PRI, el 26 por ciento por el PAN y el 13 por ciento por el PRD; mientras que quienes dijeron desaprobar las funciones del PRI, el 31 por ciento votó por el mismo instituto político, el 32 por ciento por el PAN, el 17 por ciento por el PRD y el 20 por ciento para otras fuerzas políticas.
Con los gobiernos perredistas, quienes aprobaron sus tareas gubernamentales, votaron con un 30 por ciento por el PRD, el 26 por ciento por el PAN, el 20 por ciento por el PRI y el 24 por ciento a las otras fuerzas políticas; quienes desaprobaron al gobierno perredista, el 31 por ciento votó por el PRD, el 29 por ciento por el PRI y el 21 por ciento por el PAN. Es decir que el PRD obtuvo mayores votos por quienes no coincidieron con su forma de gobernar.
A pesar de ello, en las entidades donde es gobierno, terminaron beneficiándose las cuartas fuerzas, aunque cuentan según la encuesta con aprobación del 73 por ciento, por encima del PRI y del PAN, con 70 y 67 por ciento, respectivamente.
El mapa electoral de los gobiernos panistas es en las entidades de: Baja California Norte, Jalisco, San Luis Potosí, Aguascalientes, Morelos, Guanajuato, Querétaro y Tlaxcala, mientras que del PRD son Chiapas, Baja California Sur, Zacatecas, Guerrero, Distrito Federal y Michoacán; el resto pertenecen a gobiernos priistas.