En Aguascalientes existe un déficit de áreas verdes respecto a la cantidad de habitantes de la ciudad y porque mucha de la área que en un momento fue verde se convirtió en planchas de concreto, es por eso que valdría la pena invertir en la conservación de las áreas verdes sin alto costo, como es el caso de El Cedazo porque además no son caros, comentó Mario Pérez Chávez, que ha promovido el cuidado del Arroyo El Cedazo.
Cuando los vecinos de esta zona llegaron a la ciudad, hace 20 años pensaron en proteger la zona del arroyo El Cedazo con la finalidad de convertirla en un cinturón verde semi-natural, aún sin prever a qué nivel sería el crecimiento de la ciudad que ha sido a niveles que ellos no se imaginaron.
Mario Pérez, a través del seguimiento de cuidado en El Cedazo ha dado cuenta que en el estado, el 40 por ciento de los arroyos en Aguascalientes están ya pavimentados y eso ha tenido efectos adversos en la cantidad mínima de área verde que marcan incluso las organizaciones ecológicas, que establecen un mínimo de espacio por cada persona y que en Aguascalientes está por debajo de éste debido al nivel de urbanización que ha vivido el estado.
Para Mario, el concepto de los arroyos como corredores verdes es un concepto que tendría mucho éxito para revertir el efecto negativo provocado por la conquista de la ciudad de concreto, en cambio estos espacios son pulmones que sirven también para conservar agua, la conservación de un grupo importante de flora y fauna y el crecimiento del área verde.
Estas áreas, que naturalmente se dan de por sí en los espacios alrededor de los arroyos, no requieren en realidad tanto mantenimiento; sólo hace falta limpiar, reforestar y cuidar la vida de las especies nativas o semi nativas del lugar, a las que no les cuesta adaptarse.
Es muy lamentable que las áreas verdes naturales de los arroyos estén desaprovechadas porque en realidad es muy baja la inversión que las autoridades, en conjunto o con el apoyo de las organizaciones civiles, podrían hacer para un rescate general de estas áreas que están ahí de por sí, pero que en lugar de explotarse como espacios de respiro se vuelven basureros, lugares donde se dejan los escombros o lugares donde los jóvenes vándalos aprovechan para drogarse.
Si las autoridades hicieran un análisis de lo que invierten en el mantenimiento de los parques, seguramente sin temor invertirían en el rescate de los arroyos porque en realidad es menos el dinero que tiene que pagarse por la limpieza y cuidado de los espacios; incluso, Mario Pérez comentó que una zona como ésta requiere incluso solamente el cuidado de un jardinero para mantenerlos en condiciones óptimas.