El cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres de 40 a 70 años de edad, los factores de riesgo son genéticos, antecedentes familiares de cáncer, embarazos en edades tardías y no haber dado leche materna.
Francisco López Vargas, jefe de programas de salud, del Centro de Rehabilitación e Integral Social (CRIS) del DIF estatal señaló que la incidencia de cáncer de mamá en el estado ha aumentado en un 50 por ciento en los últimos diez años.
Indicó que los factores de riesgo para contraer cáncer es la herencia, que se da con mayor frecuencia en mujeres con “madres, padres o abuelos con algún tipo de cáncer”, agregó que la obesidad, también influye en el desarrollo de cáncer mamario. En el caso de las mujeres que no amamantaron a sus hijos, explicó que la presencia del cáncer se debe a la obstrucción de los conductos galactóforos – por donde pasa la leche hasta llegar al pezón- , al no extraer la leche se tapan produciendo células cancerígenas.
López Vargas manifestó que el cáncer de mama puede ser curable si es oportunamente diagnosticado, indicó que aquellas mujeres que pasan los cuarenta años de edad, deben acudir de manera regular al médico para una revisión y realizarse una mastografía, a fin de detectar cualquier anormalidad de manera temprana, sobre todo en aquellas personas con predisposición genética.
Subrayó que el cáncer de mama no es exclusivo de personas de más de cuarenta años, también se presentan casos en personas más jóvenes, por lo que indicó deben de estar atentas de cualquier “cambio de coloración en la piel, formación de una bolita” o cualquier anormalidad en alguno de los senos. Señaló que el autocuidado es muy importante y recomendó que las mujeres se informen acerca de las técnicas de autoexploración y que puedan realizarla cada tres meses.
Recalcó que la detección oportuna puede evitar que la mujer pierda el seno, ya que apuntó que el cáncer de mamá además de las dificultades propias de la enfermedad, impacta de manera sicológica al paciente, pues dijo, cuando se diagnostica cáncer el paciente inmediatamente se remite a pensamiento de muerte y viene una depresión muy fuerte.
Agregó que padecer esta enfermedad y carecer de seguridad social, llega a ser un factor muy importante de desintegración familiar, pues los tratamientos son costosos, convirtiéndose en también una problemática económica.
López Vargas manifestó que en el CRIS, se cuenta con equipo para realizar mastografías y está a disposición de las mujeres a precios accesibles por medio de un estudio socioeconómico, por el cual se determina la cuota a pagar que va desde los 70 pesos a los 460; en una clínica particular llega a costar hasta mil 500 pesos.