Aunque las fuerzas militares no han tenido una presencia contundente en Aguascalientes, sí han aumentado las denuncias en contra de las corporaciones policiales por el uso excesivo de la fuerza y en otros estados obviamente sí hay manifestación clara de la violación a derechos humanos en contra de los ciudadanos, esto lo comentó Omar Williams Ovalle, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en medio de las declaraciones que se han dado en favor y en contra del ejercicio de las fuerzas castrenses en diversas entidades de la república.
Y es que aunque en México no se vive una guerra civil declarada como tal hay ciertos indicios como la presencia de los defensores de los derechos humanos muy de cerca de las acciones que ejercen los miembros del ejército nacional en diferentes ciudades porque tras la justificación de los altos niveles de delincuencia e inseguridad estos miembros defensores de la “seguridad nacional” sí han atentado contra los derechos de las personas.
Esta situación incluso se ha visto reflejada a nivel internacional cuando algunos miembros del gobierno de México están presentes en eventos, hay grupos ciudadanos que manifiestan inconformidades por las formas de tratar los derechos humanos en el país.
Omar Williams puntualizó que bajo la situación de inseguridad en México, incluso los soldados ejercen labores que comúnmente no les corresponden y esto es lamentable porque en los procesos de detención o revisión de las personas cometen ilícitos en contra de la dignidad e integridad de las mismas, lo cual no debiera ser de esta manera, pero sí sucede.
Aunque Aguascalientes no es una muestra fehaciente de estos hechos porque la intervención del ejército ha sido mínima y para acciones muy localizadas, hay casos como los de Ciudad Juárez, Veracruz y Michoacán donde no es necesario vivir ahí para darse cuenta de cómo se ha hecho un uso equivocado de la fuerza y de la “autoridad”.
Sin embargo, el presidente de la CEDH dijo también que en el estado lo que sí ha aumentado son las denuncias relacionadas con las corporaciones policíacas quienes también en ese afán de protección han hecho uso excesivo de sus facultades.
Una señal muy clara del riesgo que existe de una falta a los derechos humanos por parte de los elementos de las corporaciones de seguridad pública es el exceso de armas circulando por las calles que responden según indican las autoridades a nivel municipal o estatal a la protección.