He comentado el incierto futuro del arte en Aguascalientes a partir de la frase: “el futuro ya no es como antes”, basado por supuesto sólo en algo parecido a las predicciones. Pero no soy adivino y quién sabe qué es lo que realmente va a pasar, así que mejor comentemos qué está pasando en nuestro medio de la producción y de la creación en la práctica del arte, planteando un enfoque más desde lo que se hace que de quién lo hace. ¿Por qué?, por que en toda esa vorágine de nuevas corrientes y nuevos medios del arte contemporáneo, aquí siguen predominando las técnicas y soluciones formales (de forma) más o menos convencionales, con características y enfoques personales que ubican la obra dentro de lo que se considera o no arte actual. Ejerciendo el oficio como se hacía en el renacimiento: usando el caballete, la paleta, los pinceles, etc., sobre un lienzo o madera preparada, aplicando pigmentos – óleo, acrílico, acuarela, encausto, etc. – en el caso de la pintura, pero en la escultura y las demás disciplinas, sería en su equivalente lo mismo.
Esto último por sí mismo no es malo, puesto que las técnicas tradicionales tienen todavía toda la potencialidad que le pueda otorgar quien es creador, lo malo es que se navega con bandera de vanguardistas haciendo obra que ya ha sido superada en su propuesta de la imagen y la idea. Desde luego que estoy refiriéndome a la generalidad, pues siempre hay individualidades que se apartan de la media.
Sabemos que desde el nacimiento de la fotografía en la primera mitad del siglo XIX, se ha venido decretando recurrentemente la muerte de la pintura, situación que se ha incrementado en las últimas décadas – con el agregado de que ahora algunos también señalan la muerte del arte –, sin embargo la pintura y el arte siguen vigentes por la capacidad de quienes tienen el talento y la maestría para seguir dando vida a la creación. De hecho nunca ha desaparecido, lo que pasa es que ahora y desde hace algunos años en las grandes muestras internacionales se ha preponderado las manifestaciones del video, el performance, la instalación, la fotografía, la multimedia y el arte objeto con una carga conceptual que no se había acostumbrado, y todo esto casi no se practica en Aguascalientes. Algunos ya tienen las herramientas, ya lo han ensayado, les falta el brinco del acierto al lenguaje personal para obtener un resultado congruente y convincente. Sólo deseo que no suceda lo que decía de México Alfonso Caso, (¿o Reyes?) “siempre se llega tarde al banquete del conocimiento”.
No pretendo pensar que aquí sólo prevalezcan las nuevas técnicas y se hiciera únicamente obra de total avanzada que estuvieran insertadas en las corrientes de aceptación internacional, esas que se ven en las más importantes muestras del mundo. Si esperaría que si hablamos de un medio que se dice con capacidades y conocimientos del nuevo arte, que se manifestara en su producto, aún con prácticas tradicionales que no se tienen por que desechar, con audacia y con visión que corresponda a nuestros días, y si se tiene la posibilidad de acceder en lo técnico, lo conceptual, lo económico y el conocimiento a los nuevos medios, pues adelante, hay que hacerlo, que no se diga sólo que tenemos una buena infraestructura cultural, sino que se demuestre que hay resultados.
Las ofertas de los estilos y sus variantes del arte actual, dan la oportunidad de irse por el camino de la creación que más se ajuste a las intenciones y habilidades de cada uno; el apropiacionismo que permite el reciclar, rescatar, insertar cualquier imagen de obras de todos los tiempos o de cualquier medio impreso, el simulacionismo que ofrece la opción de inventar la obra sin que necesariamente exista, el mestizaje donde se pueden combinar dos o más disciplinas de las artes, el multiculturalismo que a partir de las características de la propia identidad, en la globalización se puede deambular en las manifestaciones de otras culturas, o el nomadismo que es transitar en los diferentes estilos y corrientes de ahora y de siempre. La amplitud es grande, sólo que se aplique el talento y la habilidad correspondiente a ello. Nada más.