“Si liberan a los culpables, resuciten a los muertos”
María Vázquez; sobreviviente de la matanza
El pasado 12 de agosto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación -tras una votación de cuatro a uno-, ordenó poner en libertad a veinte presos acusados de ser los autores materiales de la muerte de 45 indígenas, entre los que se encontraban niños, mujeres y ancianos. ¿Por qué? por errores en el curso procesal; los ministros no discutieron la substancia del caso; quienes fueron los autores materiales e intelectuales de aquella masacre, los motivos y los implicados; los liberaron por las irregularidades en sus procedimientos judiciales, no por ser inocentes, ya que en algunos de los sobrevivientes los identifican el día de la matanza.
Aquella masacre del 22 de diciembre de 1997 en Acteal, al igual que la de 1995 en Aguas Blancas, definió una generación -eso espero-, o al menos dichos sucesos marcaron a su servidor. ¿En aquel entonces qué joven podría ser indiferente al multihomicidio de niños, mujeres, ancianos y jóvenes indígenas por el hecho de organizarse y pensar distinto?; de la misma forma en que nadie pudo quedar indiferente en la tragedia de la guardería ABC. Hoy las dos primeras masacres se ven lejanas, así como lejana está la justicia y muy presentes las muestras de la impunidad heredadas del régimen priista, actualmente avalado por la nueva generación de la clase de políticos propanistas.
Aquel hecho trajo consecuencias políticas inmediatas con la renuncia del entonces secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet y del gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, así como por la aprehensión de Jacinto Arias Cruz, presidente municipal de Chenalhó. Sin embargo, nunca se ha sido investigado ni sentenciado a ningún alto funcionario estatal o federal, ni de rangos militares.
A continuación destino el espacio para recordar a los seres humanos, a esos mexicanos que en Acteal fueron asesinados -45 en total-, 18 mujeres mayores de edad, (cinco de ellas con embarazos hasta de 7 meses de gestación); 7 hombres adultos; 16 niñas, -entre los 8 meses y los 17 años de edad-, y 4 niños de entre los 2 y los 15 años de edad.
Capote Pérez María (16 años), Capote Pérez Martha (12 años), Capote Ruiz Marcela (29 años), Capote Vázquez Marcela (15 años), Gómez Hernández Graciela (3 años), Gómez Hernández Guadalupe (2 años), Gómez Hernández Roselina (?), Gómez Pérez Daniel (24 años), Gómez Pérez Juana (51 años), Gómez Pérez Lorenzo (46 años), Gómez Pérez Sebastián (9 años), Gómez Ruiz María (23 años), Hernández Vázquez Paulina (22 años), Jiménez Luna Susana (17 años), Luna Méndez María (44 años), Luna Pérez Catalina (21 años), Luna Pérez Juan Carlos (2 años), Luna Ruiz Marcela (35 años), Luna Vázquez Juana (45 años), Méndez Capote Lucia (7 años), Méndez Capote Vicente (5 años), Méndez Paciencia Margarita (23 años), Pérez Jiménez Miguel (40 años), Pérez Luna Alejandro (15 años), Pérez Luna Juana (9 años), Pérez Luna Silvia (6 años), Pérez Moreno Manuela (50 años), Pérez Oyalte María (43 años), Pérez Pérez Juana (33 años), Pérez Pérez Rosa (33 años), Pucuj Luna Ignacio (62 años), Pucuj Luna Marcela (67 años), Ruiz Gómez Loida (6 años), Santiz Culebra Manuel (57 años), Vázquez Gómez Alonso (46 años), Vázquez Gómez Victorio (2 años), Vázquez Luna Antonio (17 años), Vázquez Luna Juana (1 año), Vázquez Luna Micaela (3 años), Vázquez Luna Rosa (24 años), Vázquez Luna Verónica (22 años), Vázquez Pérez Antonia (21 años), Vázquez Pérez Josefa (5 años), Vázquez Pérez Marcela (30 años), Vázquez Pérez Micaela (9 años).