En este periodo del año en donde los niños están en casa, en donde se necesita disipar el cansancio y el estrés ¿a quién no le sienta bien un merecido descanso después de unos meses de trabajo? Es momento de disfrutar un tiempo de esparcimiento con la familia y amigos, de gozar de la tranquilidad del campo o el sol de una playa. Las vacaciones forman parte de nuestra vida, son necesarias para renovar energía y cambiar de aire. Desafortunadamente hoy la sociedad ya no se pregunta: ¿A dónde vamos, sino con qué vamos? y es que los niveles de poder de compra se han desplomado, el desempleo va en aumento y la pobreza alcanza niveles alarmantes.
¿Qué hacer con 2 mil pesos mensuales para comer, vestir y pagar los servicios básicos de casa, y además querer salir de vacaciones? La verdad es que se antoja imposible, desgraciadamente esta es una realidad que aqueja a los hogares más pobres de México y que refleja que el ingreso corriente promedio ha bajado ocho puntos porcentuales en dicho segmento en comparación con el año 2006, según datos del INEGI en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH).
Los mexicanos han dejado de gastar cerca de mil pesos trimestrales en educación y esparcimiento, lo que indica la grave crisis económica en la cual nos encontramos y de la cual no vemos para cuando salir.
En días recientes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), órgano oficial del gobierno federal, publicó que en el pasado mes de junio la tasa de desocupación a nivel nacional fue de 5.17 por ciento respecto a la Población Económicamente Activa (PEA), proporción mayor a la que se presentó el año pasado, cuando había sido del 3.55 por ciento, manteniendo niveles de desempleo no vistos desde hace 14 años.
Por su parte el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) indicó que entre 2006 y 2008 el porcentaje de personas en condición de pobreza alimentaria a nivel nacional aumentó de 13.8 por ciento a 18.2 por ciento y el porcentaje de personas en condiciones de pobreza patrimonial se incrementó de 42.6 por ciento a 47.4 por ciento.
Asimismo a principios de semana la titular de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del estado, así como su homólogo de la SEDESOL, reconocieron que el 51 por ciento de la población de Aguascalientes padece algún tipo de pobreza.
En México las vacaciones ya son un gasto de lujo, que a diferencia de otros países en donde se aprietan el cinturón para vacacionar, los mexicanos ya no tenemos nada más qué apretarnos y cada año se vuelve más complicado poder brindar ese rato de sano esparcimiento a la familia. Tal parece que la sociedad está condenada a vivir un Acapulco en la azotea.
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