as pasadas elecciones federales para conformar la nueva legislatura de la cámara de diputados del congreso de la unión nos dejan varias lecturas políticas y sociales que la población ha dejado ver en las urnas. Si tomamos de referencia la jornada electoral para evaluar la administración del presidente Felipe Calderón al frente del país, el resultado es un no rotundo al modelo impuesto por el PAN gobierno. El desgaste político que Acción Nacional ha tenido en estos 9 años al frente del gobierno federal ha sido comprobado y refrendado en las urnas, donde la población necesitada de certidumbre, ya no cree en una sola estrategia mediática de desprestigio y busca representantes con compromiso y oficio político para una interlocución con los diversos actores nacionales.
Acción Nacional recurrió a la estrategia del desprestigio, alejándose de las propuestas y de la construcción política por el bien de un México estancado. Su discurso monotemático de estás conmigo o estás en contra mía, dejo de lado temas fundamentales como la economía, bienestar social, vivienda y salud. Se preocupó más porque el Revolucionario Institucional no fuera mayoría que por tender los puentes políticos necesarios para establecer las bases y pautas necesarias en pro de las reformas estructurales que el país necesita. A este gobierno, intolerante a la oposición y a sus adversarios políticos (tal como el anterior), le hace falta oficio y temple político, y le sobra inmadurez e improvisación.
Las administraciones panistas no han sabido comprender que gobernar va más allá de sólo aparecer en la foto y engrosar la nueva élite burocrática; gobernar trae consigo enormes responsabilidades en temas fundamentales como la inversión en educación, infraestructura y salud; el impulso de verdaderas reformas estructurales y no parches a un sistema arcaico e inoperante. El Revolucionario Institucional mantiene su responsabilidad de velar por una verdadera equidad social, siendo una oposición madura, responsable y eficiente, eso es lo que ha permitido al PRI volver al escenario nacional como primera fuerza política del país.
Esta elección le ha permitido al PRI posicionarse en la preferencia del electorado, recuperando la mayoría de la cámara de diputados y convirtiéndose en un contrapeso democrático necesario para el buen funcionamiento del país. Además se entrega un voto de confianza en donde se es gobierno. Se recuperan bastiones panistas como Querétaro y San Luis Potosí, así como municipios emblemáticamente azules como Toluca, Metepec y Naucalpan (municipio con mayor presupuesto del país), asimismo Guadalajara y Zapopan, además de recobrar el llamado corredor amarillo, Nezahualcóyotl y Ecatepec (municipio más poblado de México).
El Revolucionario Institucional vuelve al escenario nacional, en realidad nunca se fue, ya que siendo minoría en el congreso de la unión, ha sabido mantener tu temple político y demostrado su oficio. El arte de la política se basa en buscar consensos y conciliar intereses en pro del desarrollo de la nación, ser un partido de centro le ha permitido precisamente el ser la fuerza política en donde confluyen las diversas corrientes políticas de la nación. Más que enfatizar en nuestras diferencias analicemos en donde convergen nuestras similitudes. n