El coordinador de delegaciones, Jesús Ríos de Alba informó que el problema más común es el “que nos flagela a todos” con la inseguridad y la pobreza; “la mayor parte de las delegaciones tienen franjas de pobreza importante”.
“Tenemos en Aguascalientes cerca de 12 áreas de alta marginalidad”, dijo, el 80 por ciento de las cuales se encuentra en la zona oriente de la ciudad; es decir, el segundo distrito es uno de los sectores más altos de marginalidad en el estado, mientras que el 20 por ciento restante se encuentra repartido.
Indicó que para combatir el problema de la pobreza, el único eje que podrá re direccionar el camino es la educación, por tal motivo el municipio capital está promoviendo los programas sociales enfocados en la educación y el apoyo psicológico; en el aspecto de violencia intrafamiliar se están realizando jornadas itinerantes con apoyo legal y de asesoría, mientras que en las escuelas públicas se están fortaleciendo los valores, principalmente en la delegación Insurgentes y Jesús Terán.
Reconoció que el municipio no tiene amplias facultades para la promoción de generación de empleo, pero recordó que los pasos a desnivel vendrán a contribuir a la consolidación de algunas plazas laborales que buscaran reactivar la economía en la ciudad.
Al existir la pobreza alimentaria, subrayó que el ayuntamiento de la capital está buscando mitigar este apartado con apoyos en medicamentos y necesidades básicas.
Recordó las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presentadas en la evaluación del año anterior, donde la pobreza de forma global aumentó en un 5 por ciento, desde la patrimonial hasta la alimentaria, considerando que estas cifras son una réplica de lo que sucede en la ciudad, donde se han presentado varios cierres de empresas y, por consecuencia, el despido de varios trabajadores.
Aunado a esto, más del 50 por ciento de la población aguascalentense sufre pobreza patrimonial y la pobreza alimentaria tiene también la tendencia al crecimiento con patrones de aumento en un 5 por ciento promedio.
“Es triste, pero desafortunadamente la pobreza que más valoramos es la de capacidades”, considerando que hay un déficit en oportunidades de estudio y ante ello hay profesionistas que no ejercen sus especialidades, sobre todo en la gente joven, con la que se genera “una pobreza de esperanza y de desasosiego social”, que genera un riesgo de descomposición social.
Refirió que también como parte de estas deficiencias sociales, existe una problemática que debe atenderse urgentemente, ya que el delito que tiene mayores reportes en el complejo de seguridad pública municipal (C-4), “es violencia intrafamiliar y de esta el 80 por ciento es contra las mujeres o contra los hijos”, situación que no excluye a ninguna delegación, apuntó.