José Guadalupe Robles Guel fue un gran ser humano, cordial, talentoso, siempre dispuesto a enseñar lo que en su momento aprendió de la música, así fue como lo describieron quienes en su momento lo conocieron más de cerca ya sea porque tenían algún hijo estudiando violín con él o porque hubo a quienes les contó de sus experiencias.
Salvador Camacho en su libro Antenas vivas editado en este año por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Aguascalientes (CONCYTEA) y el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA), incluyó una entrevista con José Guadalupe Robles Guel.
Fue originario de la Hacienda del Carro conocida hoy como Villa González Ortega, Zacatecas donde trabajó en la Normal de San Marcos, llegó a Aguascalientes en los años 60 y fue el maestro José Ruiz Esparza Vega quien lo invitó a la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, después Ladislao Juárez lo invitó a tocar a un sexteto en Bellas Artes que al poco tiempo se convirtió en una orquesta de cámara y Robles Guel se hizo cargo de ella.
En la entrevista de Salvador Camacho destacó las composiciones del maestro, entre las cuales contó alrededor de 30 y la mayoría eran polcas, el mismo maestro dijo que ocho se tratan de los municipios, también le compuso a las escuelas de danza de las casas de la cultura, una composición a su tierra, hizo música para los feriales, entre otros.
El maestro Estanislao Díaz Soria, director de la escuela de música Manuel M. Ponce comentó que nunca fue tan cercano a nivel personal con el maestro Robles Guel, pero lo conoció allá por los años 70 y tuvo oportunidad de compartir con él, algunas interpretaciones y tocaron varias veces juntos.
Cuando Estanislao regresó luego de un viaje que realizó, él mismo reconoció con mayor certeza la calidad musical de José Guadalupe Robles Guel, aunque él lo reconoce más como violinista que como compositor.
Desde la perspectiva de Díaz Soria, en el estado sí le dieron un reconocimiento de su trabajo, aún cuando él no era de aquí, pero sí había desarrollado la mayor parte de su trabajo en esta tierra.
Julieta Arrionda también lo conoció como maestro de violín de su hija y en un momento determinado lo entrevistó como parte de su trabajo de tesis sobre los orígenes de la Casa de la Cultura.
“Como maestro con mi hijo, no sé si era por la edad de ella, pero le tenía mucha paciencia; ella tenía seis o siete años y él fue de sus primeros maestros”.
Julieta recordó también que él hablaba mucho del ferial cuando era en palacio de gobierno, en el que entonces no participaban profesionales sino todos los estudiantes de las diferentes clases de la Casa de la Cultura y no era como se conoce ahora, eran más bien conciertos para los invitados especiales del gobierno.
El fue siempre una persona muy cordial cuando Julieta le pidió entrevistarlo inmediatamente accedió. En paz descanse y honor se le rinda al compositor y músico José Guadalupe Robles Guel.