En un encuentro que tuvieron el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), Salvador Esqueda Esqueda, y el secretario de desarrollo económico, Armando Jiménez San Vicente, hubo discrepancias acerca de las cifras del ambulantaje que existe en las calles: mientras el empresario señalaba que iba en incremento con casi un 50 por ciento, el funcionario público puntualizó que iba a la baja según datos oficiales.
Jiménez San Vicente interrumpió la declaración de Esqueda Esqueda señalando que según los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en Aguascalientes el número de personas que se dedican al comercio informal ha ido a la baja desde el mes de junio, pasando de 29 a 24 por ciento.
El presidente de la CANACO, apuntó que prefiere “tener un ambulante a un ladrón”, reflexionando en que al realizarse una depuración de los vendedores informales, se crea el riesgo de que se conviertan en delincuentes siendo que éste es un efecto de la falta de empleo en el país.
Convocó a las autoridades correspondientes a que implementen estrategias que contemplen las posibles respuestas a esta limpia de negocios informales, argumentando que “lo que hace falta es voluntad política” porque, dijo, ha visitado otras entidades como Morelia y San Luis Potosí donde el centro histórico no tiene un solo vendedor de este tipo.
La solución la vio en que puedan activarse zonas especificas para los que prefieran dedicarse a la economía informal, ya sea a través de la renta de una finca abandonada o la construcción de una plaza comercial, después de ello se debe de declarar un bando solemne para que el ayuntamiento tenga la capacidad de sancionar a quienes tengan nuevamente la intención de instalarse.
Esqueda Esqueda recordó que el presidente municipal de la capital Gabriel Arellano Espinosa durante su campaña política prometió solucionar esta problemática, sin embargo, cuando lo intentó resultó ser un fracaso porque varios de los comerciantes se ampararon.
Por tal motivo, no descartó que existan mafias o pseudo líderes que organicen a los ambulantes y tengan un interés personal en que el comercio informal sobreviva.
Otro de los problemas que observó es que la gran mayoría de quienes ofrecen sus productos en un lugar no establecido son personas que vienen de otro lugar, sobre todo en las fechas importantes para el comercio, por lo que aproximó que un 70 por ciento vienen de otros estados.
Así, mencionó que el ambulantaje es diferente al comercio informal como tal, porque el primero de ellos se refiere a quienes están caminando por la urbe y ofrecen sus productos, mientras que lo otro tiene que ver con los negocios pequeños que se instalan sin moverse, en un lugar que no es un local.
Aseguró que ambos, por su naturaleza, afectan a los empresarios, principalmente a los que se dedican al comercio, pero son quienes los que tienen un mercado de comida, tal como los restauranteros, quienes se ven más agraviados.