ntre el calor y la humedad de esta temporada la ciudad de Aguascalientes vive entre la inercia y las novedades. No todas las primeras ni las segundas son afortunadas. Realmente tenemos de todo y sin embargo no alcanza mi memoria ni mi capacidad analítica un juicio sobre quién lleva la ventaja. Enumerar algunas de ellas es lo más que puedo hacer con la secreta esperanza de que usted haga las cuentas y saque sus propias conclusiones.
Entre las rutinas existen los mismos anillos de circunvalación con el tercero a medias. Tenemos el mismo centro histórico algo disminuido por las fincas abandonadas o por las mal intervenidas. Contamos con la misma zona de tolerancia con un ligero cambio urbano, y los mismos políticos con otros nombres. En este campo tenemos la misma iglesia, las mismas peregrinaciones y los mismos arrepentimientos sin remedio. Los mismos traumas.
Entre las rutinas afortunadas están Aguascalientes TV y la música del 92.7 de FM. En este mismo renglón Ahora tenemos más partidos, el mismo calor de siempre, con algo de humedad. Un vientecillo de crítica con nada de autocrítica en el ambiente y junto con todo esto habitamos una ciudad huele cada vez más a café café.
Entre las novedades se encuentran las nuevas avenidas y los próximos pasos a desnivel, novedades que simplemente crecen en número sin más. Otras novedades relevantes son el triunfo del PAN en Aguascalientes y la clarísima derrota del PRD en el entorno nacional. Junto a la nueva fragancia política ahora tenemos claramente más cafés internet y redes de internautas que nunca.
Entre las novedades afortunadas nos podemos dar el placer de leer una buen revista local como Parteaguas; nuevos periódicos como La Jornada Aguascalientes y su enlace con Le monde Diplomatique. El fin de las campañas políticas y la sonrisa de unos cuantos paseantes que tienen esperanza de que la economía mejore.
En fin, hay tantas novedades como rutinas. Quizá más las segundas que las primeras. Pero déjeme hacer una confesión de primera semana de julio. Al momento de este juicio tan apresurado quisiera ver en el horizonte una novedad. Sólo una. Buenos dos. Una que más gente vea La Otra Luna y otra, que el Necaxa no se vaya a segunda división. Ya en serio. Quisiera ver más bicicletas circulando en la ciudad con la seguridad de que hay lugares y reglas bien precisas para proteger a este medio de transporte. Esta novedad, estoy seguro, me haría sentir que no importa la persistencia de algunas rutinas desagradables. n