Las faltas que parecieran mínimas son notorias en las guarderías y estancias infantiles que rondan por la ciudad, desde la carencia de extinguidores, el espacio para los niños y la nula planeación en el caso de un incidente, puesto que la puerta de evacuación es cerrada con candado.
De visita por una estancia infantil dependiente de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL), ubicada al norte de la ciudad, se comprobó que ahí cuidan a 59 niños, que son divididos dependiendo de su edad y por lo tanto son organizados en diferentes espacios, con un promedio de 20 niños por grupo.
Las medidas son estrictas, pero salta a la vista que a pesar de la gran capacidad de terreno con el que cuenta la estancia, este solo es ocupado como área de recreación, sin tener un solo espacio para la puerta de evacuación, quedando una sola salida a 10 metros de donde se encuentran los niños.
En este lugar se reciben a infantes hasta los 4 años, todo ello mediante el procedimiento adecuado de inscripción, llenando una solicitud para que las autoridades federales otorguen un subsidio de los 300 pesos mensuales que deben de pagarse para que el niño tenga derecho de ser cuidado en un horario de 12 horas, iniciando a las 7 de la mañana, periodo en el que podrá comer dos veces y tendrá oportunidad de ingerir dos colaciones.
A los inscritos se les pide solamente que lleven su material de uso personal y lo necesario para que las encargadas puedan aplicar el programa educativo que está basado en higiene y las primeras enseñanzas de independencia.
La encargada de la recepción asegura que las autoridades, tanto del sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) y de Protección Civil Estatal ya han supervisado la escuela y por el momento, todo se encuentra bien; reiterando que las condiciones son minuciosamente analizadas por parte de la dependencia federal.
Entre los requisitos de inscripción se encuentran la copia del comprobante de domicilio, además del certificado de estudio, comprobante de trabajo y CURP tanto de la madre como del hijo.
Mientras que en otra de las guarderías, instalada en la zona centro, con servicios particulares, se necesita pagar una cuota de mil pesos mensuales más la inscripción de dos mil 700 pesos, además del material que las responsables emitan para el proceso de aprendizaje del niño.
Una de las características que diferencian a la estancia infantil de esta institución, es que en esta última se imparten clases de música e inglés para todos los niños; resaltó que aunque cuentan con aproximadamente 25 infantes, la puerta de evacuación se encuentra cerrada con un cerrojo en el que se obstruye el paso a través de un candado.
Al caminar entre los infantes, puede notarse la falta de atención hacia los pequeños, pues se encuentran dispersos y sin una actividad específica, mientras que los docentes platican entre ellos; el cuarto en el que se encuentran 10 niños tiene de frente aproximadamente 2 metros, mientras que de fondo no rebasa los 5 metros.
Los infantes no tienen derecho a ninguna comida, todo lo que el niño necesita deberá de ser satisfecho por los padres de familia, mientras que el horario es más recortado, iniciando desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde.
Sin embargo, tampoco pueden verse los extinguidores sobre los pasillos y ningún símbolo que indique la ruta de evacuación; por el contrario, los juegos de los niños obstruyen la entrada principal. Por último, ninguna de ellas contaba con el reglamento de uso de instalaciones a la vista de los padres de familia.