Ezequiel Estrada Pérez, periodista reconocido del estado de Aguascalientes, confió a La Jornada Aguascalientes el factor clave en la profesión, “los ideales deben estar por encima de todo y el que escoja esta profesión como su ideal recuerda que el sacrificio es una de las cosas básicas, nada se consigue fácil y esto no podía ser la diferencia”, indicó.
Con la modestia que lo caracteriza, Estrada Pérez destacó la importancia de realizar una tarea ardua como es el periodismo, exponiendo que en algún momento de su vida profesional tuvo que ir a otro estado sólo por un dato que hacía falta en la información.
“Si agarras esta profesión, te puedo garantizar que nunca te arrepentirás, tendrás ahí la oportunidad de hacer ahí lo que otros con dinero no lo hacen, tú con tus ideales”.
A su parecer el riesgo de ser un periodista en México es una parte de los “gajes del oficio”, donde a través de una semblanza extrajo de su memoria al reportero asesinado, Manuel Buendía quien a su decir estuvieron juntos en una fotografía justo antes de su muerte. Al respecto, la situación “no ha mejorado ni empeorado, sigue igual”.
Por otra parte, en cuanto a la libertad de expresión, subrayó que “todo el tiempo se ha dicho que hay libertad, entre comillas, sin embargo sí hay restricciones”, aunque insistió en que cuando los ideales son la base del periodista no hay obstáculo alguno para lograr ejercerse en plena libertad.
Confesó que de acuerdo a su experiencia, en el paso del tiempo ha prevalecido la soberbia de algunos periodistas según la relación que existe entre los reporteros y los actores políticos; “muchos que nada más por el simple hecho de tener un gafete de prensa ya se creen la divina garza, cosa mal hecha, pero eso ha sido siempre”.
Contó que su incursión en el periodismo le dejó grandes recuerdos que quedaron plasmados en diversas fotografías donde se destacan personalidades políticas de renombre nacional.
Con el debate de la desaparición del papel y la sustitución por parte de los medios electrónicos, garantizó su fidelidad hacia los medios impresos, señalando su colección particular que aguarda en el sótano de su casa; por tal motivo, “para mí el papel no desaparecerá nunca, no digo que será el primero ni uno ni otro”.
No vio la desaparición de los medios, por el contrario, puntualizó en la existencia de ambos como alternativas de lectura para distintos lectores.
En cuestión tecnológica, aseguró que ésta ha avanzado en demasía y contribuye a realizar sus actividades más fácilmente, recordó las prácticas anteriores para trabajar como reportero donde las técnicas de taquigrafía eran una parte esencial para la realización del trabajo, mientras que ahora, la grabadora se ha vuelto un instrumento de uso cotidiano.
Las fallas de la tecnología también causaron algunos estragos, trasladándose el momento en el que buscaba la nota, confesó que muchos colegas no escribían lo que el actor político decía, esto porque los micrófonos causaban serias complicaciones en el entendimiento del discurso y por ende la tergiversación de la información parecía inminente. “Sin embargo, ahora todo eso esta superado”, puntualizó.
Al ganador del premio nacional de periodismo, las nuevas generaciones le parecen “brillantes”, aunque consciente dijo que hay ciertas excepciones como en cualquier profesión; subrayó que los jóvenes han evolucionado y lo han hecho no solo en el periodismo sino en varias actividades que anteriormente no lo hacían, aseguró.