Durante las presentes campañas electorales para renovar la cámara de diputados federales del Congreso de la Unión, algo en lo que han coincidido los partidos políticos, es en que el abstencionismo será el principal reto a vencer; cosa cierta dada la tendencia que muestran las estadísticas del Instituto Federal Electoral (IFE), que indican que en Aguascalientes, el índice de participación ciudadana en las elecciones intermedias “como ésta-, ha ido a la baja en los últimos 15 años.
De acuerdo a los datos del IFE, en el estado, durante las elecciones de 1991, se contaba con una lista nominal de 313 mil 353 integrantes, de los cuales, votaron 216 mil 126, es decir, el abstencionismo fue de 31.03 por ciento, contando con una participación del 68.97 por ciento “la más alta en elecciones intermedias-.
Para las elecciones de 1997, la lista nominal contaba con 486 mil 423 integrantes, es decir, un incremento del 55.23 por ciento, pero participaron sólo 294 mil 917 personas, ocasionando un nivel de participación de 60.63 por ciento, con abstencionismo del 39.37 por ciento. En un lapso de seis años hubo un incremento de ocho puntos porcentuales en la cantidad de gente que prefirió no votar en los comicios electorales.
Mientras que en las últimas elecciones intermedias, las de 2003, la lista nominal se incrementó hasta llegar a 630 mil 563 personas, un incremento de 29.6 por ciento con respecto a las de 1997; sin embargo, sólo 262 mil 103 personas salieron a sufragar en esa ocasión, lo que representó una participación de sólo el 41.57 por ciento, lo que significó el peor nivel de abstencionismo desde que se tiene registro en cualquier tipo de elecciones federales, con el 58.43 por ciento.
Las elecciones de 2003, las de menor participación en la historia de la entidad, también lo fueron a nivel nacional, pero aún así, el índice de abstencionismo en Aguascalientes (58.43 por ciento) estuvo ligeramente por encima de la media nacional, que fue de 58.32, pero aún se mantuvo lejos de Baja California Norte, que fue la entidad con mayores niveles de abstencionismo en esa elección, con 68.75 por ciento, es decir, apenas tres de cada 10 personas participaron en ese estado.
De esta manera, se puede observar que a lo largo de los 12 años transcurridos entre 1991 y 2003 “la última elección intermedia-, la lista nominal de electores creció en 317 mil 210 personas, es decir, un 101.23 por ciento. Pero a pesar de esto, el índice de participación ciudadana ha descendido casi 30 puntos porcentuales en el mismo lapso.
En la última elección intermedia en 2003, los resultados favorecieron al Partido Acción Nacional (PAN), que se llevó el 42.47 por ciento de la votación total, logrando el triunfo en los distritos 02 y 03, en donde la alianza del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) quedó en segundo lugar, aunque en el distrito 01, el PRI resultó triunfador participando de manera individual.
Así pues, los datos del IFE demuestran que la tendencia de la ciudadanía es reducir la participación en las elecciones intermedias, por lo que se ve complicado que se pueda volver a registrar la participación de 1991, en la que se superó el 60 por ciento de gente que ejerció el voto.
Los actores políticos tienen razón en una cosa, el principal contendiente, que puede convencer a más ciudadanos que ellos mismos, es la indiferencia, provocando el abstencionismo tan mencionado en estas campañas.
Estadísticas de participación ciudadana en las elecciones federales, en negritas, están resaltadas las elecciones intermedias.