En una lista actualizada hasta el pasado mes de mayo, disponible en su portal de internet, el Instituto de Salud del Estado (ISEA) dio a conocer que ha otorgado licencia de sanidad a 45 empresas dedicadas a la eliminación de plagas, que operan en cumplimiento a las disposiciones de los artículos 198 y 370, de la ley general de salud.
Según Octavio Jiménez Macías, subdirector de regulación y control sanitario de la dependencia, las áreas operativas de las jurisdicciones sanitarias llevaron a cabo visitas a diversas fumigadoras que operan en la entidad, con la finalidad de verificar que contaran con su correspondiente autorización.
Dentro de la lista publicada por ISEA, se encuentran establecimientos ubicados en el municipio capital, así como en las cabeceras de Jesús María, Calvillo y Rincón de Romos.
Y es que, en esta temporada del año se presenta una mayor incidencia de plagas por las condiciones climatológicas, como ha sido el caso de las moscas o los alacranes, además de los comunes mosquitos y, por ende, los servicios de fumigación y control de plagas tienen una mayor demanda por parte de empresas y particulares.
Según el artículo 198 de la ley general de salud, la aplicación de plaguicidas es una actividad para cuya ejecución se requiere contar con licencia sanitaria; para ello, Jiménez Macías comentó que son los propietarios quienes deben solicitar el trámite ante la autoridad de salud y ésta procederá a visitar las instalaciones donde opera, para efectuar un chequeo de las mismas, al igual que de los productos que aplica, el equipo que utiliza y los vehículos en que los transporta, para constatar el estado en que se encuentran y la calidad que tienen. Si todo lo anterior se encuentra en orden, la licencia le es otorgada.
Aunque no precisó una cantidad global de negocios dedicados al control de plagas, reconoció que se han detectado algunos que operan con irregularidad, la cual definió como que
Comentó que los encargados de las revisiones ponen especial atención en que estas empresas eviten el uso de productos agrícolas, ya que resultan nocivos para la salud de quienes habitan los lugares fumigados.
Asimismo, señaló que las visitas se realizan entre dos y tres veces por año, independientemente de que los establecimientos cuenten con la licencia pues, aunque la vigencia de esta autorización sanitaria es de tiempo indefinido, debe ser retirada a la fumigadora que incumpla con las normas establecidas por la ley general de salud.
Jiménez Macías recomendó a los usuarios de los servicios de eliminación de plagas expedir una copia de la licencia sanitaria, para comprobar que se trate de establecimientos y personas especializadas y debidamente registradas. Además, dijo que al terminar el servicio, las fumigadoras deben extender una constancia a sus clientes, en la que se les informe qué sustancias usaron, así como las cantidades y la forma de su utilización.
Sobre el uso de insecticidas comerciales, expresó que deben leerse las instrucciones y aplicarlos en las cantidades necesarias, ya que cualquier exceso puede dañar la salud y generar resistencia en los insectos.
Finalmente, instó a reportar cualquier irregularidad al Instituto de Salud, a fin de poder aplicar la sanción correspondiente.