El señor Justino Fernández trabajó en la planta de Nissan por más de 30 años; sin embargo, eso no impidió que ante la difícil situación de la industria automotriz, fuera despedido.
Don Justino buscó otro empleo durante algún tiempo, pero comentó que la respuesta en las empresas en las que solicitó era la misma, simplemente ya no contratan a gente de su edad, 30 años de experiencia despreciados.
El año 2009 se ha caracterizado porque desde la primera semana se alertó sobre la crisis económica que ya se había desatado en los Estados Unidos, y que amenazaba con ser global; sin embargo, las autoridades –tanto federales como locales- enfrentaron el problema con la convicción de que la economía mexicana estaba blindada, y que el país y Aguascalientes no sufrirían grandes efectos por los problemas financieros a nivel mundial.
Sin embargo, al correr las semanas, el optimismo desapareció, y si bien nunca se ha llegado a un pesimismo oficial, la realidad es que la economía mexicana ha sufrido sus peores embates desde 1995, redundando en una crisis del empleo sin precedentes, en la que la pérdida de registros laborales sigue creciendo mes con mes.
A eso se le tiene que aunar el impacto que tuvo la contingencia sanitaria, la cual paralizó las actividades económicas calificadas como “no esenciales”, lo que agravó la situación económica de varias empresas.
En Aguascalientes, las cifras muestran un claro problema de descenso en el índice de empleos, ya que los registros en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), muestran que de finales de 2008 a mayo de 2009 –último mes registrado-, ha habido una disminución de cinco mil 953 trabajadores permanentes o eventuales urbanos.
Aunado a este dato, si toma en cuenta el registro de septiembre de 2007 –que es cuando comenzó la crisis en EU-, se tenían registrados 208 mil 743 empleados en el IMSS, mientras que con los 195 mil 304 actuales, significa que en lo que va de crisis, se han perdido 13 mil 439 registros; cifra mayor a los 11 mil 566 que se cuentan en el registro anual entre mayo de 2008 y 2009.
Mientras que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), muestra que el índice de desocupación abierta sigue estando por encima de la media nacional, pues en el primer trimestre de 2009 se ubicó en 7.5 por ciento de la población en edad de trabajar, mientras que el nivel nacional apenas rebasa el 5 por ciento, situación que se viene dando desde hace cuatro años por lo menos.
La industria de la transformación, la más golpeada
En los primeros meses de 2009, el sector más afectado ha sido el de la industria de la transformación, que de tener registrados a 66 mil 164 trabajadores a finales de 2008, pasó a 63 mil 086 en mayo de 2009, perdiendo más de tres mil plazas en cinco meses; el sector de servicios para empresas, personas y hogares también sufrió una pérdida considerable, de mil 526 empleos; mientras que el comercio perdió 958 plazas y el sector de transportes y comunicaciones otras mil 18.
La industria de la construcción sólo ha perdido 13 plazas en lo que va del 2009, pero eso se debe a que ha habido un aumento de 188 registros eventuales, por una pérdida de 201 puestos permanentes.
De hecho, el empleo eventual ha aumentado a raíz de la crisis, pues a finales de 2008 se contaba con 14 mil 18 trabajadores en esta modalidad, y en mayo de 2009, se contabilizaron 14 mil 382 –un incremento de 364-; en el lado contrario del espectro, la caída en los puestos permanentes ha sido dramática, pues se pasó de 187 mil 239 a 180 mil 292, una pérdida de seis mil 947.
Por otra parte, los sectores que han aumentado sus plazas son el agropecuario, que aumentó en 63 registros en lo que va de 2009, el de la industria eléctrica y captación y suministro de agua, que subió dos registros; y el de los servicios sociales y comunales, que tuvo un incremento de 701 plazas, para llegar a 40 mil 87.
Mientras que en lo referente a la apertura de empresas registradas ante el IMSS, las estadísticas demuestran que en los primeros cinco meses de 2009, la cantidad de patrones totales por tamaño de empresa tuvo una pérdida de 94 afiliaciones.
Don Justino abrió un pequeño negocio de abarrotes con su liquidación, cansado de los constantes rechazos, ahora sólo busca poder sacar adelante a sus dos hijos en la preparatoria y a su hija en la universidad, con la esperanza de que ellos no tengan que vivir la misma situación que le afectó a él, con la esperanza de que puedan encontrar un buen empleo, esperanza que comparten miles de personas más.