La recesión económica que se dio por la influenza y la feria nacional de San Marcos afectó a los micro y pequeños empresarios que asesoran en la incubadora social del Tecnológico de Monterrey que atiende actualmente 50 proyectos. A raíz de estas contingencias se vieron afectados los intereses y capacidades económicas de los empresarios, pero encontraron alternativas para solventar las fallas, comentó Leny Gizel Alvarado López, coordinadora de emprendimiento social.
En la feria de San Marcos, la incubadora tenía puesto un stand con productos a la venta de los empresarios a los que les dan asesoría, ellos habían hecho una producción especial para la venta de estos días, sin embargo una vez que se canceló la verbena tuvieron que pensar en alternativas para comercializar dentro y fuera del estado.
“Los que se vieron más afectados son los de productores perecederos y alimentos, pero tuvieron que tener creatividad para mover la mercancía”.
Ellos tuvieron conocimiento desde quienes resistieron lo más que pudieron la crisis, otros tuvieron que cerrar temporalmente sus talleres y otros más despidieron personal a falta de liquidez para pagarles, aunque sin duda el mayor problema se dio con la comercialización.
La incubadora social atiende exclusivamente proyectos de tecnología de base tradicional, lo que significa que el servicio que ellos brindan no involucra alta tecnología que ellos no puedan resolver con lo que tienen a la mano. El giro y alcances de la empresa tienen que ser cubiertas al cien por ciento con las capacidades de los estudiantes y la misma institución.
De las 50 microempresas, la mayoría de ellas son del ramo del comercio y servicios, aunque también hay algunos dedicados al sector industrial, en específico maquila de zapatos y ropa.
El apoyo consiste en asersoría especializada en todos los temas que abarca el área de negocios, además de brindar capacitación en dos modalidades, una es en línea y otra es presencial. Los cursos que ofertan actualmente en línea son Habilidades básicas de negocios y Cómo iniciar y operar su negocio en cuatro etapas.
Los cursos presenciales son impartidos por profesores del campus, directores de áreas, papás, miembros de la comunidad del tecnológico y egresados con temas diversos sobre costos, finanzas, imagen corporativa, tienen además un club empresarial donde los incubadores comparten experiencias en contratación de personal, reducción de costos y demás.
Abarcan temas del área de costos, donde hablan de cómo pagar la producción, a cuánto ascienden en realidad los gastos, saber qué tanto pueden bajar los costos, cuál es el precio de mercado y cuáles son las verdaderas utilidades. Abordan también temas de asesoría administrativa en aspectos legales y fiscales para darse de alta en hacienda, generar su RFC, si requieren o no facturas, que conozcan sus obligaciones
Son alumnos de diferentes carreras quienes brindan el servicio en la incubadora, en el semestre pasado hubo entre 60 y 70 estudiantes; en verano dan otro servicio con diez estudiantes.
La atentción a los empresarios se dan por semestre, hay algunas empresas que son asesoradas por más de un semestre, se les da continuidad, lo trabajan por etapas para no perder continuidad aunque no hay un tiempo mínimo o máximo por proyecto.
Para el próximo 30 de junio abrirán una nueva incubadora en el centro comercial El Dorado, ahí tendrán capacidad para atender a 30 empresarios; hasta ahora el servicio se había brindado de manera totalmente gratuita pero en este nuevo proyecto se pretende poner un costo que todavía no se tiene definido y se van a otorgar becas del 20 al 80 por ciento para quienes se inscriban antes de la fecha de apertura.