En pasados días (y todavía aun), los mexicanos hemos sentido el sabor amargo de la discriminación debida a causas infecciosas. Buen momento para hacer una reflexión y ver cómo andamos en casa al respecto, para ello me basaré en la primera encuesta nacional de discriminación.
Para el (la) mexicano(a) promedio, discriminar significa principalmente tratar diferente o negativamente a las personas (68.4% así opinó).
Ante la pregunta ¿Usted cree que en México hay discriminación por su condición?, 90% de los grupos seleccionados contestó afirmativamente, esto quiere decir que en promedio nueve de cada 10 (mujeres, discapacitados, indígenas, homosexuales, adultos mayores y pertenecientes a minorías religiosas) opina que existe discriminación por su condición y una de cada tres personas pertenecientes a estos grupos, dijo haber sufrido discriminación por su condición, en el último año. Una de cada tres personas pertenecientes a estos grupos ha sido discriminada en el trabajo por su condición
Ante la pregunta ¿Usted a quiénes considera más desprotegidos en México?
Por un lado se observa consideración por los adultos mayores40.5%, los discapacitados 15.6%, los enfermos de SIDA 14.5%, e incluso por los indígenas 10.8% y por otro lado, se percibe menor consideración por los extranjeros 48.4%, los no católicos 42.1%, los homosexuales 38.3% y las personas con ideas políticas distintas 36.2%.
Esto último se reflejó por la pregunta ¿Quién cree que debería ayudarle a conseguir trabajo?, donde un 53.6% de los encuestados opinó que sus familiares, amigos o nadie. Para los homosexuales, bajo ese parámetro, se obtuvo un 40.2% para los extranjeros y un 43.3% para los no católicos. No está por demás decir que estos grupos son los más discriminados.
Ante la pregunta ¿Usted cree que en México hay discriminación según su condición?, en cifras redondeadas, un 94% de los homosexuales, discapacitados y mujeres opinaron que si, seguidos por un 90% de indígenas, 88% de adultos mayores y un 80% de los pertenecientes a minorías religiosas
Los discapacitados 42.8%, homosexuales 32.9% e indígenas 31.5% son los grupos que, en el último año, han sido sujetos de discriminación por su condición. Las mujeres solo reportaron un 15.1% lo cual se puede leer en dos vertientes, una, que efectivamente la discriminación va disminuyendo, y la segunda, que las mujeres no se dan cuenta de la discriminación por género, debido a la introyección de la violencia y discriminación, manejada cómo “natural” a lo largo de sus vidas. Esto explica el resultado obtenido ante la pregunta: En alguno de sus trabajos, ¿lo han discriminado por su condición? donde los discapacitados opinaron que sí en un 53.4%, seguidos por los homosexuales con 40 %, los adultos mayores con 25% y las mujeres con 23%.
Ante la pregunta: Imagine que un grupo de indígenas tiene intención de establecerse cerca de su comunidad ¿Usted, estaría o no estaría dispuesto a organizarse con otras personas para solicitar que no los dejaran vivir ahí? Un 40% de mexicanos respondió que sí, es decir de ese tamaño es la discriminación ante el indígena en nuestro país.
Esto se refleja de igual forma en las respuestas que dieron los indígenas en donde un 90.3% de los ellos(as) siente que tiene menos oportunidades para conseguir trabajo y tres de cada cuatro indígenas consideran que tienen menos oportunidades para ir a la escuela que el resto de las personas; y dos de cada tres indígenas, opinan que tienen pocas o nulas posibilidades para mejorar sus condiciones de vida. Por otro lado, uno de cada tres ha sido sujeto de discriminación por ser indígena en el último año y a uno de cada cinco le han negado trabajo por el simple hecho de ser indígena.
Para el caso discriminatorio hacia las mujeres, es interesante saber que aunque el 90% de los encuestados dijeron que negarle el empleo a una mujer embarazada es una violación a sus derechos; uno de cada cuatro mexicanos(as) está de acuerdo con que muchas mujeres son violadas porque provocan a los hombres y uno de cada cuatro le pediría un examen de embarazo a una mujer al solicitar empleo. De igual forma para casi el 40%, las mujeres que quieren trabajar, lo deben hacer en tareas propias de su sexo es decir, definidas por la sociedad y la costumbre, y casi uno de cada tres, opina que es normal que los hombres ganen más que las mujeres.
Estas situaciones nos dicen que todavía permea una cultura machista y de discriminación hacia las mujeres en el mexicano (a) promedio.
Y de las mujeres encuestadas, nueve de cada 10 opinaron que sí hay discriminación contra ellas y los espacios en donde existe mayor discriminación es ni más ni menos que en el trabajo y la familia.
Ante la pregunta ¿Quién es el principal responsable de que haya problemas de discriminación contra las mujeres?, un 31.5% dijo que el machismo, un 25.3% dijo que el gobierno, un 20% toda la sociedad y un 20% algunas mujeres, es decir que una de cada cinco mujeres, opinó que son las propias mujeres las responsables de la discriminación.
Así que ahora que en general él(la) mexicano(a) se siente sensibilizado(a) hacia la discriminación; no está por demás reflexionar cómo andamos en ese rubro para con nuestros congéneres. No cabe duda que eso de probar una cucharadita del propio chocolate, es la mejor medicina, no contra la influenza, pero sí contra los hábitos y costumbres que tenemos por norma. Ojala esta desbandada, haga suficiente viento y nos despeine para forzarnos a arreglar las cabezas de diferente forma.