as fallas del mo-delo económico mexicano se relacionan con varias aristas de la economía nacional, es posible destacar que las que más han perjudicado al país por su impacto, han sido el fenómeno migratorio y el envío de remesas: prioridades para el crecimiento del país, en una economía petrolizada durante varias décadas y dependiente de la exportación de manufacturas producidas por trasnacionales en México, así como el abandono del campo mexicano y el escaso o nulo desarrollo tecnológico, aunado a esto el crecimiento de la deuda externa, así como la interna.
Las deficiencias estructurales de nuestro modelo económico y las secuelas que de éstas deri-van, es una falla fundamental de varias décadas, en caso específico de la migración, existe una gran falla que sigue persistiendo: la incapacidad de generar empleos, pero no sólo generarlos, sino que sean bien remunerados, ya que la decisión de la migración no se toma libremente, obedece a factores que se originan en la vida que llevan los individuos que desean tener mejores niveles de bienestar, con la obtención de ingresos mínimos necesarios que satisfagan sus necesidades básicas de supervivencia.
Con la actual crisis, recurrente en tiempos demasiado difíciles, sumado al desplome económico desde fines del año pasado, más el impacto por el brote de influenza que está desatando un alto índice de desempleo galopante, se prevé una migración parecida a la que se dio en 1994-1995, a pesar de la recesión que se vive en el país vecino. El incremento en los índices de migración, junto con los problemas que derivan de este fenómeno, provienen del modelo económico instalado en México desde los años ochentas.
Fue durante la década de los setentas cuando México ocupo el cuarto lugar entre los países de origen de los inmigrantes en E.U. y en 1980 alcanzo el primero, la investigadora del IIEC de la UNAM, Genoveva Roldan manifestó: “en 1970 residían en E.U. 800 mil mexicanos documentados, para 1990 la cifra se incrementó a 4.5 millones aproximadamente y para 2006 a 5.4 millones, además de estos, 6.5 millones de connacionales indocumentados viven en el país vecino, lo que da un aproximado total de 12 millones de mexicanos en Estados Unidos. La acelerada evolución de este fenómeno encuentra una explicación en la falla estructural del modelo económico aplicado en México, ya que a partir de los sesentas, la reestructuración del sector industrial mexicano se sostuvo en un modelo que no erradicó la dependencia económica que se tenía de la exportación de productos manufacturados, estas manufacturas no provenían de marcas hechas en México, sino de trasnacionales que se habían instalado en nuestro territorio.
Con este proceso de reestructuración económica, las grandes trasnacionales aprovechan la posibilidad de ubicarse en países como el nuestro, para favorecerse de mano de obra y servicios a muy bajo costo, por lo que, lo que parecía una solución, las maquiladoras, ha derivado en limitados beneficios para el conjunto de la sociedad y en una gran fuga de capitales. El hecho de que gran parte del crecimiento económico en México se haya depositado en sectores inestables y volátiles, como el sector financiero y el manufacturero-maquilador, ha propiciado un incremento considerable de muchos de los problemas que se padecen, incluido el de la migración, ya que, para empezar, no se generan empleos necesarios y los que se generan ofrecen salarios muy bajos; si el problema no es más grave aun hoy en día, es debido a la disminución de la tasa de natalidad y a la migración.
De momento, aseveró la investigadora, “se descartan regresos masivos, entre otras razones, porque tampoco aquí habrá posibilidades de empleo, pese a ello es probable que muchos migrantes retornen, ya que mantenerse en E.U. sin empleo y por un largo período, no es sencillo de resistir”.
Los mexicanos en E.U. son quienes enfrentan las peores condiciones, aún entre los latinos, ellos reciben el salario más bajo, carecen de seguridad social y de apoyos que les permitan sortear la crisis. La falta de preparación de los mexicanos que emigran es similar a la que poseen migrantes de otros países, como los centroamericanos, aunado a esto, después de la India, México es el país que más fuerza de trabajo calificado envía a E.U., doctores, maestros, profesionistas de diversas especialidades, pero esta cifra es apenas el 8% del total de que se van a ese país, es decir, el 92% de los mexicanos se encarga de abastecer el mercado de trabajo con mano de obra no calificada.
El gobierno mexicano no ha tenido la capacidad, ya sea que no ha querido, no le interesa o por que los intereses que defiende no se lo permiten, de enfrentar las condiciones en las que se da el tránsito de emigrantes, menos aun podrá defender o proteger los derechos laborales, sociales y políticos de los mexicanos en Estados Unidos. La situación económica que enfrenta hoy nuestro país, es una consecuencia de haber confiado su crecimiento en el de una economía ajena, por tal razón la economía mexicana ha crecido al más bajo nivel de toda América Latina, porque su ciclo económico depende permanentemente del de los E.U., ya que en diversos estudios e investigaciones se ha afirmado que la primera década del siglo XXI, será una nueva “década perdida” para el crecimiento y el desarrollo de nuestro país, el cual una vez más se ve postergado.
Como vemos, el panorama es bastante incierto, deberíamos estar caminando en la dirección contraria, dependemos en cuanto a lo exportado, en cuatro quintas partes de la economía de los Estados Unidos, lógicamente si esta cae, nosotros caemos.