A los trabajadores/as de la educación al pueblo en general
A partir de 1982 sienta sus bases en nuestro país el neoliberalismo, impulsado por la Banca Mundial, movimiento que da pie para que se desarrolle en todo el mundo el fenómeno llamado “globalización”. Es así como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional condicionaron el préstamo de fondos económicos a los países en vías de desarrollo, a cambio de poner en práctica las reformas estructurales que benefician básicamente a los grupos económicos nacionales y transnacionales, en detrimento de los derechos de los trabajadores y de la sociedad en general.
En México, en los dos últimos sexenios, estas medidas se han impulsado con mayor fuerza e insistencia, a través de las llamadas reformas estructurales de dichos gobiernos, con una clara orientación privatizadora de los bienes y servicios, tal es el caso de la aprobación de la Reforma Energética, la mal lograda Ley del ISSSTE, y actualmente la pretendida privatización de la educación a través de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE).
La ACE implica el establecimiento de modificaciones trascendentales al marco normativo y objetivos de la educación nacional, que no se ajustan al texto constitucional mexicano. Es un pacto viciado en su fondo y forma desde su origen, contiene elementos que contravienen los principios sociales de nuestra máxima ley. No tiene carácter jurídico vinculatorio para ninguna instancia pública o privada, mucho menos su ejercicio o impulso.
Es ilegítima, anticonstitucional, antijurídica, violatoria del derecho. El gobierno ahora busca legislar para darle una nueva redacción al artículo tercero constitucional, para legitimarla y con ello dar golpes más arteros en contra de la educación pública.
También se acerca la reforma al artículo 123, apartado b, con miras a eliminar de una vez por todas el contrato colectivo, la seguridad social, lo que nos lleva a una mayor explotación y manejo político de las oportunidades laborales, el desmantelamiento del SNTE, ahondamiento de corrupción, antidemocracia, a lo que se anexa el querer criminalizar las manifestaciones.
La preservación de los recursos naturales, como las prestaciones, se está convirtiendo paulatinamente cada vez más en asunto de supervivencia personal, ya que atañe a los intereses de cada quien como individuo, más que como grupo.
Por eso el llamado urgente a detener la destrucción de lo que a generaciones completas les costó construir y preservar para nosotros.
En México y en el mundo está comprobado que la única manera de revertir las leyes y reformas anti populares es la movilidad social coherente, seria y consecuente.
¡Por un 15 de Mayo combativo!
¡Por una educación pública, gratuita, laica y popular!
“Feliz día del maestro”
Asamblea Estatal del Movimiento Magisterial de Aguascalientes
Felicitación a Susana Rodríguez y a todo el equipo de La Jornada Aguascalientes.
Hola:
El domingo veo la portada de La Jornada Aguascalientes, los encabezados, y en la página dos me encuentro con una carta de un santo y, bueno, en esta sacrosanta sociedad, no siempre se leen notas de ese tipo, pero en la página cinco me topo con todo lo contrario, lo cual lo admito: me sorprendí, de que se aborde en una nota el papel de la mujer, pero de esa mujer que nadie habla, porque la imagen que se tiene de ellas, en general, es que son amas de casa, que trabajan como empleadas en los comercios, y hasta recientemente que laboran como maestras en universidades, y digo recién porque el papel de la mujer como mentora es desde siempre, pero en la educación básica, en primarias pues.
Pero el motivo de esto es por la nota de Susana Rodríguez de la edición del domingo 10 de mayo del año en curso. “Ilusamente yo creía que aquí no existían ese tipo de prácticas, de explotación de la fuerza laboral, dado que estamos en un estado (según los pregoneros bien pagados) en donde las oportunidades de trabajo son varias (de esa forma las ferias del empleo son sólo una forma de gastar los dineros de las dependencias involucradas); aquí no hay desempleos y las horas de trabajo se pagan como debe ser (todo dentro de lo que corresponde en derecho de los ciudadanos)”. Y nada, que Susana me dice en su nota que no, que existe explotación, y ésta basada en el temor de perder el trabajo; que los empresarios se amparan en la necesidad de las personas para disponer y hacer lo que les venga en gana, todo en beneficio de ellos.
Definitivamente lo que me muestra Susana no corresponde a la realidad que nos dicen en los otros diarios de la ciudad, ¿no será que Susana se equivocó? ¿En verdad está hablando de aquí? Si eso pasa en una empresa de prestigio, qué será en esos talleres clandestinos y empresas que trabajan al margen de la ley. Dios no libre de lo que en su nombre se está haciendo.
Felicidades a Susana y a La Jornada Aguascalientes por ver ese lado que es necesario también darle su lugar.
Atte.
Jildardo González
