Darwin y el método científico

acer ciencia aunque parezca difícil  de creer, no depende de una computadora, ni de múltiples herramientas modernas con las que cuentan los científicos en sus laboratorios; no son los microscopios  electrónicos de barrido, ni los grandes y potentes telescopios, ni la precisión de los aparatos de medición, sino que hoy como ayer son: el razonamiento, la observación y la experimentación los pasos que han marcado la pauta para hacer ciencia.

Las llamadas ciencias experimentales, como la biología, siguen una serie de pasos a los que se les conoce como método científico, pero de acuerdo a la opinión de la investigadora Susana Magallón Puebla, del Instituto de Biología de la UNAM, “dicho método no es otra cosa más que observar el mundo que nos rodea y  proponer razones y soluciones con base en el conocimiento que se va adquiriendo”.

Darwin siguió este procedimiento intelectual para proponer una teoría y ponerla a prueba, aunque no utilizó herramientas sofisticadas, como una computadora, llevó a cabo un método enteramente válido, que fue realizar una gran cantidad de observaciones para ver si podían explicarse con la definición que estaba sugiriendo y justamente lo logró.

Como lo manifiesta la Dra. Magallón, “tuvo el privilegio  de contar no sólo con el tiempo, sino los recursos económicos que le permitieron financiar largos viajes, tener a su disposición un buen número de ayudantes y en algunos casos nativos que le sirvieron como guías en tierras desconocidas. Se propuso como meta recolectar la mayor cantidad de plantas y animales para después documentar sus observaciones e intercambiar información con algunos estudiosos de su época”.

Analizó con detenimiento el comportamiento de los seres vivo, hizo comparaciones e incorporó datos que sustentaban, sin así pretenderlo, su gran teoría de la selección natural, asimismo tomó en cuenta cada una de las evidencias que apoyaban su teoría y evaluó toda aquella información que pudiera contradecirla, y sin hacerla a un lado, encontró soluciones que sustentaban con más solidez sus pensamientos, no sólo propuso una hipótesis  explicativa  e integrativa  y se paso poniéndola a prueba con sus propias observaciones durante 20 años. Siempre autocritico  y tenaz, Darwin siguió sus propios métodos sin saber que la ciencia y la biología moderna han formalizado el método científico gracias a la manera en que él  explicó lo que observaba, durante estos veinte años Charles Darwin reflexionó  sobre las observaciones realizadas durante sus viajes, especialmente el que hizo a bordo del Beagle, un navío de la marina inglesa que zarpó con rumbo a la costa este de Sudamérica, con el objetivo de cartografiar la zona con ideas de establecimiento de misiones, viajando como acompañante del capitán, debido al gran interés por recolectar cuanta especie le interesaba, poco a poco fue  tomando el papel de naturalista del Beagle.

Hoy en día es fundamental en cualquier investigación saber cuál es el propósito de ésta, dependiendo del objetivo se lleva a cabo la observación, el objetivo de Darwin  al abordar el Beagle era simplemente recolectar, no se partió con un planteamiento específico, ni con la idea de crear una teoría, sino de conocer la diversidad de los lugares que visitaba, Darwin fue cuidadoso y  observador, que al recolectar fue notando variantes y se paso esos veinte años meditando acerca de ello.

La observación sigue siendo el primer paso del método científico, a diferencia de la época de Darwin, recabar datos hoy en día es más fácil y menos costoso, gracias a los acervos bibliográficos, internet, acceso a colecciones y hasta simulaciones por computadora, sin embargo la contribución fundamental del gran científico inglés fue sentar las bases de todo lo que es la biología moderna ya que sus ideas de transmutación de las especies sentaron las bases de esta herramienta fundamental que se utiliza en los estudios de biología evolutiva moderna.

Durante este año 2009, año de Darwin, en la UNAM se llevará a cabo una serie de debates, conferencias, encuentros y muchas actividades como un homenaje y reconocimiento al trabajo metódico, sistemático y crítico de un hombre que hizo historia.

Estas actividades que aporta la Universidad Nacional son una muestra de la importancia que le da al conocimiento científico que tanta falta le hace a nuestro país, ya que la actitud científica consiste en la costumbre de sistematizar toda indagación que implica en los estudiantes el desarrollo de una razonable seguridad en sí mismos y la desmistificación  de los grandes científicos de la ciencia misma, como Darwin, que para desarrollar esta actitud por supuesto es necesario que la trasmitan los maestros (pero que realmente lo hagan y no simulen) y que sea apoyada con el estudio de la historia y de la ciencia, con la lectura de biografías y autobiografías de los grandes científicos y con la experimentación en el laboratorio, orientada más que nada a causar el interés y asombro y no solamente la repetición de rutina, ojo para el sistema educativo nacional, que está en la calle en esta materia entre otras, hay que tomar el ejemplo y acercarse a nuestra gran universidad la mejor de Iberoamérica.