Seguramente la pregunta con la que empieza el título de esta columna le parecerá a usted una tontería. ¿Cómo está eso de que cuántas alcaldías puede ganar el PRI en la capital, si nada más hay una?
Pues a nosotros nos queda claro, pero parece que en el PRI no a todos. Y es que, a la hora de construir alianzas, todo se vale. Una máxima, acuñada en el grupo Atlacomulco rezaba “vende futuro”, y la estrategia sigue vigente en la clase política de la entidad.
Cuentan testigos, que en días pasados, en la casa del reconocido Doctor Guillermo Llamas Esperón, durante una cena, el senador Carlos Lozano ofreció públicamente al ex candidato a gobernador, y renombrado “colosista”, Óscar López Velarde, la candidatura a la alcaldía de la capital por el PRI. “Iremos en fórmula”, le dijo públicamente.
Todo estaría muy bien, pues a López Velarde lo acredita una prestigiosa carrera como profesionista y un reconocimiento por su “sacrificio” en la elección de 2004. Pero hay algunas consideraciones que hacer, nos comentan priístas. La primera de ellas, es que nada más puede haber un candidato a la alcaldía, y no varios, por lo que no es adecuado que los pre-candidatos a gobernador hagan tantos “amarres”.
En la lista, hasta el día de hoy, aparecen los nombres de Juan Carlos Rodríguez, Juan Manuel Gómez, el propio López Velarde, e incluso, del popular comunicador José Luis Morales Peña, quien antes ya había sido invitado por el PRIcolor a tomar esa posición. Además de otros posibles, como Lorena Martínez y Fernando Palomino, quienes a pesar de ser fuertes contendientes a la gubernatura, bien podrían “rebotar” en la candidatura a alcalde.
Además de ello, dicen los PRIcolores, está la dificultad de que es casi imposible que el candidato a gobernador designe a su compañero de fórmula, por aquello de los “equilibrios” que tanto les gusta guardar en el PRI. Si Gabriel Arellano fuera a la gubernatura, nos dicen, sería casi imposible que Juan Manuel Gómez fuera su compañero de fórmula, por ejemplo. Y es que, en el PRI, o les toca a todos, o a ninguno, señala una de las reglas no escritas.
Y como en La Purísima también nos gusta guardar esos “equilibrios”, ahora pasamos a tratar el tema del PAN, en donde el candidato más popular, Martín Orozco, ya no siente lo duro, sino lo tupido, en los obstáculos que se presentan en su carrera por la gubernatura. Y es que a los traspiés de sus enemigos en el gobierno estatal, de los del municipal, de los de su partido y de los más recientes embates de Alberto Solís Farías, en relación a sus cuentas públicas, ahora se agrega el descuido de su propio equipo, que mandó ayer un comunicado que empieza de la siguiente manera:
“Mi consciencia (sic) esta (sic) tan tranquila que sigo viviendo en Aguascalientes y no tengo intensiones (sic) de irme, señalo (sic) textural (sic) el ex alcalde capitalino, Martín Orozco Sandoval”. Una de dos: o como verdaderamente, así lo apuntó de manera “textual”, quien redactó el comunicado quiso ser fiel a lo dicho por su patrón; o las prisas se comieron las comas, acentos y demás faltas de ortografía.
Lo cierto es que Orozco sigue adelante en las encuestas rumbo a la gubernatura, pero cada vez con menos ventaja, y si su defensa será de la misma calidad que este tipo de comunicados, se ve difícil que la mantenga.
Y a propósito de ortografía, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, la simbiosis es la asociación de individuos animales o vegetales de diferentes especies, sobre todo si los simbiontes sacan provecho de la vida en común.
Este aspecto de la biología parecería estarse replicando en las campañas a diputado federal, con matices, pues sí son de la misma especie los que la están aplicando, es decir, todos son animales políticos.
Para muestra dos botones: dada la falta de fuerza de varios de los candidatos, quienes han llegado a hacer el quite para levantar tantito las campañas son los oootros candidatos. Sí, aquellos que todavía no están oficialmente en campaña pero que ya están en campaña.
Resulta que, en sus ratos libres y de ocio, tanto la diputada federal, Lorena Martínez, como el ex alcalde Martín Orozco, ambos fuertes aspirantes de sus partidos, PRI y PAN a suceder a Luis Armando Reynoso, andan haciéndole la campaña a varios candidatos que nomás no logran prender.
Orozco anda gastando huarache por el distrito dos, empujando a Alfredo Reyes, a quien la mala costumbre de levantarse tarde no lo deja y, según nos comentan, asegura que con sus dos marcas tiene la elección ganada. Dice Alfredo que la marca registrada Mosco y el tatuaje panista que lleva en la frente, ya lo tienen con sus dos… pies en el Congreso federal.
Y por el lado de los priyistas Lorena anda muy movida promoviendo(se) a al menos dos de sus tres candidatos. Carlos Estrada y Paty Muñoz, han sido los beneficiados, cuentan, de moverse por la ciudad y los municipios del interior de brazo cruzado con la zacatecana.
Simbiosis pura pues: los candidatos que ni con grúa levantan interés en sus campañas, ayudan a los pre-candidatos a empezar sus campañas ( y a la inversa).
P.D. Tanto se han llenado el buche de ataques contra Raúl Cuadra los candidatos de Convergencia y el PRI, que hoy extraña que mejor el panista haya hecho pública su declaración patrimonial, mientras Armando López Campa, su principal acusador, opta por la opacidad y Patricia Muñoz, se esconde por "miedo". De lengua me como un taco …
