Aunque ya debería de estar acostumbrado, no dejan de sorprenderme las acciones que realiza el gobierno “peleliano” del usurpador Felipe Calderón; como las recientemente anunciadas solicitando un préstamo de 47 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional; aunque asegura que la economía mexicana es “sólida y estable”, que el endeudamiento es nomás por si acaso se llegara a ofrecer.
Muchos han sido los problemas que se han agudizado, ante la falta de políticas públicas con rumbo, dirección y liderazgo, de inteligencia ya ni hablemos, es pedir milagros.
Que descaro del usurpador ir a Londres a presumir las herramientas con que contamos los mexicanos para hacer frente a la crisis internacional, que atrevimiento de ir a decir que a su gobierno le ha tocado enfrentar muchos problemas, como el de la delincuencia y la economía, pero que su gobierno ataca sin un precedente histórico; cuando es más que obvio que su mayor herramienta para frenar la desaceleración económica, el tan famoso Plan Anticrisis es inocultable su fracaso e ineficiencia; acaso creerá que puede ir a decir que ha combatido la delincuencia y el crimen organizado, cuando ha sido precisamente la falta de inteligencia lo que ha detonado la inestabilidad e inseguridad pública, al enfrentar al narcotráfico, sin la más minima estrategia, sin saber cómo enfrentarlo, y donde la guerra del narcotráfico contra civiles se ha salido de control, y es que tal parece, que sólo se combate a un cártel y al otro se le brinda protección.
Ahora resulta que el usurpador es un gran estratega que previene situaciones y desastres a futuro, es más, se atreven a decir los lacayos del pele, que debemos de estar agradecidos ante tan importante solicitud de endeudamiento, que blindará la economía mexicana; ¿y los ciudadanos comunes qué ganamos?, primero fue el rescate de los banqueros, ahora se dice que para el sector empresarial, ¿y el pueblo cuándo?, unos lo disfrutan, pero todos lo pagamos, no se vale.
No se requiere de un gran estudio, para darse cuenta que no se trata de un blindaje a la economía, sino para subsanar el saqueo de dólares que se hizo en días pasados, pues se compran aquí baratos y se los llevan a otros países a sacarles productivo beneficio. Si verdaderamente se quisiera hacer una medida para ayudar al común de los ciudadanos, antes que solicitar otro crédito, el gobierno del “peleliano” y el Banco de México deberían de poner orden, y frenar el saqueo de dólares, aunque para alguien con esa calidad moral, sea mucho pedir.
Como ya se han dado cuenta de la neumonía financiera por la que atraviesa el país, y que puede repercutir en sus bolsillos, se han automedicado 47 mil millones de dólares, nomás por si las molestias persisten. Esto es el colmo, esto va más allá del cinismo, es una abierta ofensa y un atentado al pueblo de México.
Y desde luego, la contienda electoral se avecina difícil, no cuentan ni con la certeza, ni con los personajes que ayuden a usurpar lugares que no les corresponden y que por el contrario, les quedan muy grandes. Es tiempo de tener ahorros para asegurar la compra de almas y perpetuarse en el poder, aunque no se lleve a un buen representante popular, con la complicidad que les represente basta para llevarlos al poder.
Si en verdad existieran las reservas nacionales de casi 80 mil millones de dólares, no habría necesidad de ninguna línea de crédito, ni de la oferta ‘generosa’ de Inglaterra, que es el principal agiotista y usurero del mundo.
Es una gran mentira, nadie pide un crédito para no usarlo después, o porque tenga finanzas sanas. Es claro que los tecnócratas del Banco de México y de Hacienda, están viendo ya una crisis que requerirá de más dinero para saciar el apetito de los saca-dólares, de esos que se niegan a dar nombres y apellidos.
Quién le puede creer a Guillermo Ortiz, que fue el artífice del FOBAPROA junto con Calderón cuando era diputado federal, y quién le cree a Agustín Carstens que, como economista y financiero no da una.
Debemos estar alerta con todas las medidas que se están tomando, se trata de la solicitud de recursos más cuantiosa hecha por México en 65 años de historia del organismo, el préstamo es superior en 22 por ciento al saldo actual de la deuda externa del gobierno federal, que en febrero pasado se situó en 38 mil 330 millones de dólares.
La última vez que un gobierno solicitó dinero a este organismo fue durante la crisis de 1995, la mayor que había experimentado el país en 60 años, cuando obtuvo un empréstito por 20 mil millones de dólares, pero fue pagada en 2000, con cinco años de anticipación.
Con esta nueva Línea de Crédito para este 2009, no se tiene condicionalidad alguna, es decir, no compromete al gobierno federal a poner en práctica acciones, políticas o recomendaciones determinadas, antes de recibir los recursos, ni durante su ejecución o posterior entrega.
Nos dirán alarmistas, y nos tacharán de protagonistas y francotiradores en un año electoral, pero más claro, ni el agua, ya basta de jugar con el pueblo mexicano.