Luego de que el 30 de enero el Instituto Tecnológico de Aguascalientes (ITA) y la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROESPA) realizaran un convenio de colaboración, el día de ayer se reconoció a los estudiantes que prestaron sus servicios a la protección del medio ambiente con mil 172 horas que dedicaron a los programas de PROESPA.
La ceremonia se llevó a cabo dentro del instituto, y estuvo presidida por Jorge Humberto Zamarripa, procurador del medio ambiente; y Artemio García Santoyo, director del Instituto Tecnológico de Aguascalientes.
En el evento, Humberto Zamarripa señaló que uno de los principales conflictos del cuidado del medio ambiente es la falta de conciencia por parte de la ciudadanía; de hecho, el tema del río San Pedro “que es muy delicado” hoy día es alarmante, debido a la cantidad de desperdicios que se arrojan por parte de la iniciativa privada y de las personas.
Así, el procurador señaló que ha venido buscando, durante un año y medio, la tecnología que ayude a mejorar la producción del ladrillo, y que ha invitado a gente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para a crear un honro ladrillero de tipo solar. Sin embargo, a la fecha no se ha logrado. Por tal razón, acudió al Instituto Tecnológico, para buscar la forma de hacerlo. Invitó a los académicos a generar una investigación que explique de qué forma se podría aprovechar la tecnología del tipo solar y se genere un horno que llegue a los 100 grados y así pueda realizarse la preparación del ladrillo.
Manifestó que “el que logre este proyecto no solamente lo hará en beneficio para el estado, sino para todo el mundo, pues esta forma de preparar ladrillos se vienen haciendo así desde hace unos 400 o 500 años”.
Declaró que si se logran controlar los dos problemas que son los vehículos en su totalidad y las ladrilleras, podremos hacer que Aguascalientes siga con su “cielo claro y su cielo azul”.
Por su parte, el director del ITA, al hablar sobre ecología, hizo énfasis en que se debe de estimular la parte conciente de los jóvenes, y que el mundo en que están es malo, en el ámbito ecológico, y que si no lo atienden será peor.
Finalmente, señaló que una problemática sobre el marco jurídico es la falta de respeto por parte de la población, pues muchos se rehúsan a ser multados por el desperdicio de agua al barrer las calles o tirar basura fuera de lugar.