Álvaro Delgado se autodefine claramente como "periodista en su mejor expresión y he trabajado desde hace quince años en la revista Proceso". El autor de los libros "El Yunque" y "El Engaño", aseguró ayer durante su visita a esta ciudad, que el partido acción nacional (PAN), "sometió a un engaño vil a los mexicanos, y es ahora que todos estamos padeciendo las trampas de una derecha que sólo se mimetizó para acceder y usufructuar el esquema de poder que heredó del PRI. Es así como ahora podemos ver que México está al garete", dijo.
En conferencia de prensa,el periodista
"El ejercicio del poder político del partido acción nacional ha fracasado rotundamente, y no solamente eso sino que a nivel federal y estatal ha sido efectivamente un engaño a la sociedad. Si uno compara lo que los panistas han prometido y lo que hacen, entre la prédica y la práctica del dicho y el hecho, hay un déficit descomunal. Y esto puede ser acreditado por cualquiera de ustedes como reporteros", sentenció.
Agregó que "a pesar de esto, no podemos decir que la sociedad se haya equivocado en la elección de sus actuales gobernantes, el problema es que el PAN no cumplió con sus promesas dirigidas a esa población que confió en ellos. Las sociedades tiene el derecho de equivocarse, pero otro problema es que hay quienes consideran que el pueblo no puede equivocarse, y es cuando se abrogan la facultad de elegir por el pueblo, de pensar por el pueblo y de incluso dirigir la voluntad del pueblo aún en contra de los intereses del pueblo. Esto pareciera entonces que es un regreso a las propuestas y la los dogmas que alguna vez enarboló el propio Porfirio Díaz. Es una democracia tutelada, dirigida. Como ejemplo de las vulgaridades y atrocidades que se cometieron en nombre de este precepto, está la misma elección del 2006, en la que el panismo hizo gala de procedimientos realmente sucios el ilegales para dirigir el voto ciudadano. Esto lo único que revela es el traje antidemocrático de la derecha mexicana, y que manifiesta entonces que, contra todo y contra todos, el "pueblo" no puede ni debe equivocarse", explicó.
Comentó que ante este panorama desolador, "los partidos políticos, todos, parece que no abonan para mejorar siquiera un poco la confianza para los ciudadanos. Si existen instituciones que se han ganado el descrédito, la desconfianza y el rechazo de la ciudadanía son precisamente los partidos políticos. Resulta entonces incomprensible que los panistas se autoendilguen el calificativo de 'el mejor partido político de México', cuando en la práctica se ha limitado a copiar, y a veces a empeorar, lo más negro y mezquino del anterior régimen priísta, sobre todo en el caso deleznable de la corrupción y el fraude electoral, porque esta siendo ejercido por el partido político que supuestamente nació para combatirlas", señaló.
"En resumidas cuentas, el partido acción nacional vive un momento de degradación moral y política profunda, a partir justamente de las prácticas amorales que ha mejorado, y es por eso que los ciudadanos debemos cada vez en mayor medida exigir a los partidos que cumplan con sus promesas, y por supuesto fiscalizar esas acciones prometidas", añadió.
Pronosticó que esta tendencia de los partidos políticos "provocará niveles de votación cada vez más bajos, y en estas siguientes elecciones federales, si se logra un 30 por ciento de participación, será ya mucho, pues los ciudadanos cada vez se alejan más y más de las urnas, y eso es por entero responsabilidad de los partidos".
Indicó que el nivel del debate de los políticos de la derecha "también ha servido para contextualizar el desprecio que tienen por las libertades civiles. Basta sólo recordar la homilía pronunciada por Felipe Calderón en la cumbre de las familias, en las que prácticamente definió la política para el perfil 'ideal' de la sociedad de acuerdo a la iglesia católica, lo que en automático excluyó a decenas de miles de mexicanos. De un plumazo hicieron a un lado a gente que confió y votó, y que a final solo se encuentra con el rechazo institucionalizado de una derecha incapaz de ver, legislar o proponer".
Álvaro Delgado, que estuvo en Aguascalientes para dictar una conferencia en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, sostuvo que "mientras los ciudadanos no se decidan a fiscalizar con prontitud a sus gobiernos, y mientras no se metan a fondo a presionar los grandes cambios que necesita el país, muy poco podremos ver a favor de nosotros mismos como pueblo. Ha quedado demostrado que los políticos son los últimos interesados en que el status quo cambie", concluyó.