El presunto atentado en contra del gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, tuvo reacciones en el mandatario estatal, Luis Armando Reynoso Femat, quien puso de manifiesto la convocatoria a los tres poderes de la federación para manejarse con mayor énfasis: “no podemos solapar ni un solo minuto, ni un solo instante a gente que actúa al margen de la ley”.
Consideró que el suceso obliga a que el Gobierno Federal y los gobiernos estatales adopten las medidas contra el crimen organizado con mayor ahínco, además de que tendrá que haber una consecuencia en la reestructuración del marco legal de cada entidad. Al ser un hecho que marcará historia, dijo, tendrá también que impulsar a conductas más determinantes de actuación.
En cuanto al temor de las replicas, aceptó que existe la posibilidad de que suceda en cualquier otro estado; sin embargo, “marcaremos un estándar de actuación donde haya una determinación real para ser más efectivos en cualquier tipo de operativo”.
Aseguró que por lo pronto no modificará su conducta social, subrayando que nadie puede propiciar algún cambio cuando se trata de una cuestión coyuntural, recordando que su cargo público no es permanente; ante ello, tendrá que mantener cierto estatus de vida común y corriente que contenga un acercamiento a los ciudadanos.
Catalogó estos acontecimientos como “un impulso que está teniendo el crimen organizado”, con la intención de retar a la autoridad, considerándolo reprochable y con un sello característico de impunidad, por eso es que refrendó su compromiso para la no permisión de estos hechos.
El mandatario estatal confía en su religión y por ello no pondrá mayor atención al equipo de seguridad personal.
El mensaje del gobernador del estado, fue a favor del fortalecimiento de las instituciones en base al Estado de derecho, pues considera que de esta manera estará consolidándose un mejor panorama para la seguridad pública, la cual calificó como estratégica para el desarrollo del país, “por tanto, cada entidad debemos de preservar la seguridad en todo sentido y a cabalidad”; sin embargo, reconoció que se pone a prueba la capacidad de reacción del Estado Mexicano con los sucesos de delincuencia.
Reynoso Femat se mostró a favor de mantenerse alerta y coordinar de mejor manera las acciones para poder detener a las personas que intentan cotidianamente transgredir las acciones de los habitantes.
Externó a la sociedad mexicana su repudio hacia cualquier hecho de violencia y, en específico, al gobernador de Chihuahua su malestar por lo acontecido en la entidad.
Del tema también opinó el alcalde de Aguascalientes, Gabriel Arellano Espinosa, enfatizando que “en el caso de Aguascalientes ni un paso atrás”, refiriéndose al problema de la delincuencia organizada. Así, exhortó a los funcionarios públicos a sumarse a favor de la seguridad en el país. Consideró que estos atentados obedecen a que “se están pisando callos fuertemente”.
Dijo que está confiado en sus creencias religiosas y que por tanto no estará integrando mayor personal a su seguridad particular, “soy un convencido de que cada quien tiene su destino”. Consideró que ante el riesgo latente del crimen organizado, es el momento de trabajar con mayor ahínco, porque sería lamentable cualquier atentado en el nivel de gobierno que fuese. Concluyendo en que “somos más los buenos”.