Estimado Señor Director:
Al más puro estilo de los viejos tiempos del autoritarismo priísta disfrazado de populismo, el pasado 30 de noviembre de 2008, Gabriel Arellano Espinosa ordenó una consulta entre los residentes del fraccionamiento Ojocaliente II, para convalidar una decisión tomada en el trienio panista, con el propósito de legitimar la donación de un terreno de 2 mil 178 metros cuadrados a la Diócesis de Aguascalientes, con la finalidad de que ahí se construya un centro auxiliar a la parroquia conocida como La Sagrada Familia.
La incapacidad de los encargados de dicho proceso para garantizar la equidad, limpieza y transparencia de la consulta, dejan al descubierto el engaño y el abuso cometido en contra de quienes nos oponemos a la construcción del inmueble, por considerarlo excluyente e innecesario para albergar acciones pastorales, puesto que ya existe un espacio de más de 2 mil metros cuadrados de construcción habilitado para dichos fines, adicionales a los 3 mil 450 metros cuadrados que tiene el templo y la casa parroquial.
A 60 días de realizada la consulta, las autoridades municipales involucradas en la logística de este ejercicio no han tenido la decencia de presentar los resultados a la comunidad consultada. Hasta ahora, la única acción clara y contundente que ha realizado la autoridad municipal al respecto, ha sido la colocación de un muro con alambres de púas alrededor del terreno que se nos quiere arrebatar. Este es el estilo de gobernar del PRIAN, un híbrido que contamina y lastima a la ciudadanía. Expiar sus pecados con el cura y estar en paz con el señor todo poderoso les garantiza no sólo ganarse el cielo, sino seguir pecando a costa de los contribuyentes.
Roberto Orduña