Inicia un nuevo año. Un año que puede ser para los hidrocálidos el mismo muro de las lamentaciones. La continuidad de nuestro abatimiento ante la problemática que se antoja cada vez más compleja en nuestro Aguascalientes de hoy.
Ante los problemas que genera nuestra sociedad en crecimiento e ineficacia gubernamental para extender su acción de gobierno y enfrentar de una vez por todas la suma de conflictos desde cada una de sus partes, tenemos, como comunidad dos opciones: perpetuarnos en una actitud derrotista o comprometernos y renovar la decisión de cambiarnos a nosotros mismos y la sociedad.
El año 2008 debe dejarnos grandes motivos para reflexionar a profundidad sobre lo que en nuestro país y nuestra entidad está sucediendo y la gran responsabilidad que a cada uno de nosotros nos corresponde.
Múltiples voces plantean que 2009 será un año de conflictos, de confrontación y grandes contradicciones, aunado a ello, en nuestra entidad permea la amenaza permanente de la corrupción y el narcotráfico. Sin embargo en 2008, la sociedad hidrocálida mostró importantes avances en la vía de salir de la pasividad y cerrar el camino a todo lo que implique decadencia.
Es el 2009, año de levantar la voz en una expresión clara de dignidad y consecuencia humana. Es un año para dejarnos guiar por nuestra brújula interna. Defender e identificar los bienes que pertenecen a nuestra naturaleza como personas, que mejoran nuestra condición y perfeccionan nuestra naturaleza humana.
Debemos plantearnos como tarea que 2009 sea un año de rescate de nuestros bienes: la tranquilidad al caminar por nuestras renovadas calles. La confianza que nos permita ser amables con nuestros vecinos. La seguridad de contar con un empleo que nos posibilite un nivel de vida digno… en fin, la protección puntual de nuestros derechos sociales, individuales y humanos.
Una cultura de la participación social debe ser nuestro objetivo. Una cultura que permita implicarse en las cuestiones de la agenda del gobierno local y nacional. La cohesión social facilita una firme defensa del derecho a ejercer la plena ciudadanía, que vaya más allá del ejercicio del sufragio y se inscriba en un concepto de democracia entendido como un sistema de vida.
En el año que inicia provoca entrarle de lleno a la defensa de nuestros valores y libertades, comenzando por fomentar entre nosotros actitudes de denuncia y señalamiento que nos lleven a crear una conciencia crítica.
La conciencia crítica equivale a manifestarse sinceramente por la integridad y el bienestar de Aguascalientes y del país. Es asumir la responsabilidad ciudadana de informarse y de ser informada verazmente y en profundidad, de analizar los hechos que nos afectan como hidrocálidos, desmenuzarlos y sacar conclusiones constructivas para luego opinar en pos de un futuro mejor y advertir de los peligros que amenazan nuestra tranquilidad social, nuestra prosperidad y nuestra justicia.
En 2008 escuchamos voces asustadas por todas partes. Voces que sabían de dónde viene el caos pero que no se decidían a avanzar hacia la salida. Voces que por más noble que fue su intención sólo generaron en la sociedad una conciencia inquieta, carente de beneficio y sentido.
Al iniciar 2009 permítame hacer con usted, amable lector, un voto por la tranquilidad social y la prosperidad basada en un equilibrio social justo y permítame admitir que sin amor cualquier logro humano es absurdo y su ausencia hace inútil el fin que se persiga.
Finalmente deseo que 2009, sea el año en que nos permita usted escuchar su voz.