- La maestra en Filosofía del Derecho habló sobre Desigualdades y Exclusiones de Género en esta conmemoración
La tarde de este miércoles 7 de marzo, las instalaciones del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) fueron sede de la conferencia Desigualdades y Exclusiones de Género que impartió la abogada y maestra en Filosofía del Derecho Lourdes Enríquez Rosas.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer fue instituida para celebrar la valentía y determinación de las mujeres que jugaron y juegan un papel clave en la historia de sus países y comunidades, y que además han sido artífices de la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. Este 2018, se celebra con el lema “Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres”.
Lourdes Enríquez Rosas inició su ponencia hablando de algunos de los eventos que dieron origen a la declaración del Día Internacional de la Mujer: en 1857 se hizo una huelga de costureras en Nueva York que fue reprimida. Las trabajadoras murieron calcinadas al incendiarse la fábrica.
En 1867 un grupo de planchadoras de Nueva York solicitaron mejorar sus condiciones de trabajo sin lograrlo; en 1911 trabajadoras de la compañía Triangle en Nueva York se declararon en huelga apoyando a un grupo de compañeras despedidas.
En 1910, en Dinamarca, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras, la líder socialista alemana Clar Setkin demandó que hubiera un día en que se recordara mundialmente la lucha de las mujeres por sus derechos.
El 8 de marzo de 1917 un grupo de obreras y estudiantes de Petrogrado (San Petersburgo, Rusia) se manifestaron por el regreso de los combatientes de la guerra y por el incremento de la pobreza en su país. Este acontecimiento es considerado por algunos, como el detonante de la Revolución Rusa.
En 1975 en la Primera Conferencia Internacional de la Mujer realizada en la Ciudad de México, se propuso que se conmemorara el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer y fue en 1977 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió la declaratoria.
La especialista en análisis del discurso destacó que las desigualdades y exclusiones de género son acciones que se han dado a lo largo de toda la historia porque son problemáticas sociales y de salud pública.
“Estas cuestiones tienen que atenderse desde el Estado, a través de sus compromisos internacionales, las convenciones que ha firmado y las leyes que se tienen sobre estos temas desde hace once años. Sobre todo este 8 de marzo es un momento para reflexionar en lo que se ha avanzado, pero, sobre todo, en todo lo que queda por hacer.
“Este día se debe hablar de los retos que se tienen por llevar un bienestar a la vida cotidiana de las personas, y de mirar de una forma rigurosa las desigualdades y exclusiones más sutiles e invisibilidades que cuestan trabajo ver para que se puedan discutir”.
La integrante del Seminario Interdisciplinario de Investigación Alteridad y Exclusiones de la UNAM destacó que la perspectiva de género y el enfoque de los derechos humanos es una obligación para los tres niveles de gobierno, ya que existe una reforma al artículo 1 constitucional, que data de 2011, que eleva a rango constitucional los tratados de derechos humanos que firmó México.
“Gracias a esto realmente estamos ante un nuevo paradigma de nuestro discurso jurídico que tiene que ver con atender los derechos humanos de forma interdependiente e indivisible ya que todos los derechos están amarrados unos con otros.
“Es decir, derechos que tienen que ver con lo político, como votar y ser votadas o poderse asociar para fines políticos; derechos civiles, económicos, sociales, culturales y de nueva generación que serían los derechos ambientales”.
La profesora adjunta de la Especialidad Género y Derecho del posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM destacó la importancia de crear, promover y difundir leyes y reglamentos que protegen los derechos de las mujeres como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer emitida por la ONU en 1979.
“Esta es la primera convención de derechos humanos que nuestro país ha firmado también, que protege en específico y nos define qué es la discriminación contra las mujeres y que la homologa a nuestras leyes.
“Entendiendo que la discriminación de género contra las mujeres es toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural, civil o cualquier otra esfera”.
La integrante del patronato del refugio Fortaleza y de la Comisión Jurídica del Pacto Nacional por la Vida, la Libertad y los Derechos de las Mujeres en México también comentó que este 8 de marzo debe de ser un día para reflexionar, por un lado, cómo la mujer puede ser una buena madre-esposa, que se encargue de los cuidados, crianza y reproducción, pero también cómo puede tener puestos de poder, tomar decisiones, ser dueña y decidir sobre su propio cuerpo, y tener un proyecto de vida propio y los medios para llevarlo a cabo.
“Acciones que tienen que ver con los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, y la división jerarquizada y excluyente de todo tipo de relaciones de intercambio y de las esferas de vida de las personas.”
Con información de la Secretaría de Cultura