Aguascalientes es un estado que se ubica en una zona semidesértica del país. Esta condición geográfica dificulta los procesos de los servicios públicos a la ciudadanía, especialmente el abastecimiento del agua potable.
A pesar de este escenario, el municipio capital ha alcanzado un desarrollo económico e industrial verdaderamente notable, prueba de ellos es la presencia de empresas e industrias nacionales y extranjeras; sin embargo, todo ello ha dificultado aún más la extracción y distribución del agua potable.
En la actualidad, en Aguascalientes el agua potable que se extrae comienza a ser cada vez más escasa. De no contemplar soluciones en el mediano y largo plazo que garanticen el abasto del vital líquido, el estado estaría en una situación muy crítica, pues la escasez de agua y el tandeo de la misma podrían convertirse en una parte de las actividades cotidianas.
Este 2018, por ejemplo, comenzó con una serie de interrupciones en el servicio de agua potable en el fraccionamiento Villas de Nuestra Señora de la Asunción, debido a una falla en el sensor de nivel de un par de pozos. Para resolver este problema, la empresa concesionaria Caasa se vio en la necesidad de realizar una serie de maniobras que implicaron cierres de válvulas que obliga la suspensión momentánea del servicio en determinadas zonas para facilitar los trabajos de reparación. Gracias a ello, la problemática se resolvió en un lapso de tres días.
Lamentablemente, como usuarios del servicio no estamos conscientes de la complejidad del proceso de abastecimiento del vital líquido y las complicaciones que este conlleva y a la vez no fijamos si quiera un poco de atención en la rapidez de las reparaciones por parte del personal de la concesionaria, cuando ya comenzamos a reprochar la suspensión del servicio, aunque éste haya sido por un lapso breve o apenas breve.
Vale la pena detenernos en este aspecto: el papel que la ciudadanía juega para contar con servicio de agua potable de calidad. Caasa ha informado que muchas de las contingencias que suponen una suspensión en el servicio se deben a actos vandálicos que las personas cometen en las instalaciones que proveen del vital líquido a las colonias. A ello hay que sumar que una gran cantidad de usuarios tampoco se preocupa por atender las pequeñas o grandes fugas que se registran en sus hogares. Por último, el rechazo que existe por otra fracción de ciudadanos que se niegan a realizar el pago por el servicio dificulta destinar recursos a la solución de las contingencias que surgen diariamente.
En otras palabras, la participación ciudadana es esencial y fundamental para contar con un servicio de agua potable de calidad. Es imprescindible que las personas reporten a las autoridades correspondientes cualquier incidencia o acto vandálico a las instalaciones de agua potable: la ciudadanía debe asumir un papel más activo y ser defensora de sus colonias, puesto que la omisión termina por afectar a los propios vecinos de cada zona de la ciudad.
Asimismo, deben estar al cuidado de que no existan fugas y, de igual manera, dar a conocer al personal de Caasa cualquier irregularidad de esta índole. Y, evidentemente, realizar el pago por el servicio de agua potable, ya sea que las tareas del mismo estén en manos de una concesionaria -como Caasa- o del propio gobierno. El apoyo ciudadano es imprescindible para garantizar verdaderamente la continuidad y la presencia de agua potable en las colonias de la ciudad.
En nuestro estado, de once municipios, sólo el de Aguascalientes cuenta con un organismo privado para brindar el servicio de agua potable y todo lo que éste implica. Y, aunque no todas las personas quieran reconocerlo, el hecho de que un estado cuente con una entidad de esta índole constituye una gran ventaja, pues aminora la carga de trabajo y se abren las posibilidades de optimizar el servicio.
En suma, el municipio cuenta con Ccapama, un organismo con capacidad financiera cuya función consiste en regular y vigilar las actividades de Caasa. De esta manera, se limitan las facultades de la concesionaria y se le da seguimiento a su accionar, para que la prestación del servicio sea óptima. El hecho de que la población cuente con agua potable en sus hogares es el resultado de un trabajo conjunto de las autoridades municipales y la concesionaria; en todo caso no se podría concebir el uno sin el otro.
Por ello, lo realmente imprescindible es concientizar a la población de lo que significa que haya agua potable en su hogar y, más importante aún, cuidar el vital líquido.
La topografía del estado, las características del suelo, el clima, entre otros factores desempeñan un papel clave en la extracción y distribución del suministro a cada uno de los hogares, empresas e industrias de la ciudad; no obstante, a la fecha Caasa ha tenido dos logros notables: llevar agua potable a más lugares y darle continuidad al servicio.
Como mencioné antes, el trabajo conjunto de la concesionaria, las empresas constructoras y los gobiernos municipales en un ambiente de cordialidad, rendición de cuentas, transparencia y arduo trabajo han permitido llevar agua potable a casi toda la ciudad. Antes de la llegada de Caasa y de acuerdo con el Inegi, el 96.5% de las viviendas del municipio contaba con servicio de agua potable; esta cifra aumentó al 98% al inicio del 2000. Esta hazaña destaca si tomamos en cuenta que la población aumentó de 506 mil habitantes en 1990 a 880 mil personas en 2016.
El trabajo coordinado fue la clave para dar continuidad al servicio de agua potable, pues sin la necesidad de aumentar las tarifas, en la capital del estado se incrementó el porcentaje de viviendas con una continuidad mayor a las 21 horas de servicio: del 30% que existía en 2014 a un 95% en agosto de 2016. Para ponerlo en perspectiva, la continuidad del servicio a los usuarios en México es de apenas 10 horas por día.
Sí, la existencia de Caasa, es decir, un organismo operador capaz de administrar el servicio de agua potable es una ventaja frente a los municipios y estados que no lo tienen. Este tipo de organismos posee las condiciones para brindar otro tipo de atención; sin embargo, la recomendación fundamental es la misma: la ciudadanía debe ser consciente de lo que significa tener agua potable en casa y ser responsable de la utilización del mismo. De lo contrario, enfrentaremos serios problemas relacionados con el agua potable en el corto y mediano plazo.