- Martín Orozco Sandoval rinde protesta como gobernador constitucional de Aguascalientes para el periodo 2016-2022
- No tenemos miedo de que ustedes como ciudadanos se empoderen, no tenemos miedo de que la ciudadanía construya la agenda de gobierno, no tenemos miedo de que la democracia funcione
- La visión es sembrar en Aguascalientes las bases para que en el futuro las instituciones políticas no dependan de una persona, sino de la sociedad en su conjunto: Martín Orozco
¿Pero de dónde vienen?, pregunta un guardia de seguridad a quien parece coordinar a un grupo de espontáneos que quieren entrar al Centro de Convenciones a presenciar la toma de protesta de Martín Orozco Sandoval como gobernador constitucional de Aguascalientes 2016-2022. Un helicóptero con el logotipo de Guanajuato aterriza muy cerca, por un momento eso distrae a todos, a los que van entrando, a los que dejan mal estacionados sus automóviles porque ya mero empieza y no, nunca había venido hasta acá, al escenario donde se estrena la administración panista, un espacio mucho más amplio que el Teatro Aguascalientes, donde hace unos días el priista Carlos Lozano de la Torre rindió su último informe, su despedida.
El espacio ha sido tomado desde muy temprano, paramédicos, bomberos y seguridad fueron convocados para hacer un ensayo. El nuevo señor gobernador vino como a la una a probar el sonido, cuenta un paramédico, sin alejar la vista de la multitud, como en espera de que algo ocurra que descomponga a la masa que, ordenada, va encontrando su sitio en alguna de las más de cinco mil sillas rentadas con que llenaron el Centro de Convenciones.
¿De dónde vienen?, de todas partes, son los nuevos apoyadores, los que durante un sexenio, después de que el panista Luis Armando Reynoso Femat le cediera su lugar al frente del gobierno a un priista, y no están acostumbrados, se les ve recelosos, todavía frente a las puertas no se acaban de creer que ahora el gobierno ya no tendrá los colores de la bandera y que todo será pintado de azul, porque este es un acto del nuevo señor gobernador, no los mítines de la presidencia municipal, acá las miles de sillas ordenadas y esperándolos, sí imponen. Por supuesto, no falta quien vive todavía de sus glorias del sexenio moribundo y busca con la mirada a alguno de sus cuates para que lo siente en las primeras cien filas, las de adelantito, esas que están más cerca de la posible mirada de Martín Orozco Sandoval, frente a las que ya están los integrantes de la LXIII Legislatura, en espera de que todo esté en orden para iniciar la sesión solemne.
Venimos de muchas partes, le contesta un hombre al guardia de seguridad, venimos de Cumbres, de La Lomita, desde Solidaridad, o sea, de muchas partes; el guardia, nervioso mira que algunas de las mujeres están rayando cartulinas
–¿Y dicen que tienen invitación personalizada del señor gobernador?
–Sí, por supuesto, fuimos invitados por él.
–A ver, déjeme ver entonces -el guardia farfulla algo, lo que sea, a través del walkie talkie– Pero, su manifestación, es una manifestación, es una manifestación pacífica, ¿verdad?
–Sí, señor, venimos a protestar nuestro apoyo a nuestro nuevo gobernador.
Los que vienen desde lejos a manifestar su apoyo, que en las cartulinas escriben “No se olvide de nosotros”, no entrarán al Centro de Convenciones, se quedarán afuera, mientras quienes gozan de una invitación o un pase de prensa se desplazan de afuera a adentro del recinto sin ningún problema. Esos que no pudieron entrar, se conformarán con que les saquen unas sillas y ahí puedan sentarse algunas mujeres mayores, otras que traen al niño en brazos, a esperar a que el nuevo señor gobernador termine su mensaje y las atienda, o cuando menos, tomarse una foto con ellos.
Media hora después de lo señalado comienza la sesión solemne, con rezagados renuentes a entrar hasta que no les consigan un buen lugar, como el dirigente sindical y golfista destacado, Alfredo González, quien mandó a uno de sus ayudantes a buscarle el sitio que le correspondía. El diputado Gustavo Báez Leos pide se pase lista y todo comienza a acomodarse.
Son más de cinco mil los que están esperando que llegue el nuevo señor gobernador y cuando al fin entra al recinto el contador público Martín Orozco Sandoval, uno esperaría que el aplauso fuera estruendoso, pero no es así, quizá porque la amplitud del espacio no permite ver que ya entró con la comitiva de cortesía de diputados, quizá porque cuando al fin las cámaras lo proyectan en las múltiples pantallas gigantes que penden del techo, la visión es imponente, quizá sólo porque este es el primer acto público en su nueva investidura y aún no se hace costumbre. El aplauso es tibio, es hasta que sube al templete cuando se uniforma el sonido.
Aguascalentenses, así es como decide Martín Orozco dirigirse a quienes atienden su primer discurso, no amigos, ni ciudadanos, tampoco señoras y señores, mucho menos hidrocálidos, para el nuevo señor gobernador somos aguascalentenses, en torno a eso girará su discurso, breve, conciso, con muy pocas promesas, pero vastas alusiones a la recuperación de la ciudadanía. Antes de los agradecimientos a los asistentes, hace una reflexión para devolverle al mandatario su sentido original, aquel que, mediante un contrato de mandato, acepta de otros el encargo de representarla. “El hecho más trascendente no es elevar la figura del gobernador, pues es momento ya de restituirle al ciudadano su lugar”, a ellos les indica que su gobierno habrá de restituirle su lugar al ciudadano; que lo que los ciudadanos esperan de sus gobernantes es que les sirvan “con cercanía, sencillez, sensibilidad y capacidad de dar resultados, pues no puede haber otra forma de asumir el deber de gobernar más que como un deber de servir”.
Entonces sí comienzan los aplausos. Martín Orozco emplea esa interrupción para entrar de lleno a los agradecimientos por asistencia, en primer lugar a Ildefonso Guajardo Villarreal, secretario de Economía, como representante del presidente Enrique Peña Nieto; enseguida al presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Juan Manuel Ponce Sánchez, magistrado; a todos los gobernadores, de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis; Campeche, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas; Chihuahua, Javier Corral; Durango, José Rosas Aispuro; Guanajuato, Miguel Márquez; Michoacán, Silvano Aureoles Conejo; Puebla, Rafael Moreno Valle; Querétaro, Francisco Domínguez; Quintana Roo, Carlos Joaquín González; San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras; Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; y de Zacatecas, Alejandro Tello.
Al presidente del Senado de la República, Pablo Escudero, y los miembros de Acción Nacional en el Legislativo, los coordinadores de los grupos parlamentarios, Fernando Herrera Ávila y el Diputado Marko Cortés. Y para el aplausómetro nombra a quienes aspiran a la candidatura a la presidencia en el 2018: Ricardo Anaya, presidente nacional panista, y Margarita Zavala; en tercer lugar quien alguna vez contendiera: Josefina Vázquez Mota.
Conozco perfectamente el estado, reinicia su discurso Martín Orozco, cuenta que lo ha recorrido todo y conoce a sus habitantes, de ellos, el valor que decide destacar es el de la valentía, la valentía de la gente buena, que ha sido lastimada, diagnostica, por el divorcio de la ciudadanía con los políticos, así como la falta de transparencia y la impunidad. Esos valientes están cansados que la clase política esté muy dispuesta a dar buenas noticias, pero esas no se traducen en mejoría para quienes diariamente dan la batalla en las calles, en el campo, para quienes el crecimiento económico no se refleja en sus bolsillos de la gran mayoría de las familias, los jóvenes que no tienen las mejores oportunidades y los trabajos que no otorgan un salario suficiente, quienes han visto, cierra esta sección el gobernador, han visto cómo poco a poco ya hay “algo de inseguridad” en el estado.
Trae pedir a sus colaboradores que dignifiquen lo que significa trabajar en el gobierno, el gobernador inicia la sección donde anuncia los compromisos de gobierno. Los panistas no se han apropiado de esa costumbre inútil de los priistas de firmar ante notario sus promesas, lo que suelen hacer es esquematizar en grandes líneas su plan de gobierno y comprometerse en lo general con un apunte en lo tangible, como el que Orozco Sandoval hará todo lo posible por poner en marcha el Sistema Estatal Anticorrupción, y como parte de ese proyecto, todos los miembros de su gobierno estarán obligados a rendir su declaración 3de3, no sólo eso, trabajará con el Congreso una iniciativa para que sea obligatoria para los tres poderes y todos los organismos autónomos.
Concreto, para combatir ese “algo de inseguridad” se compromete a trabajar en conjunto con el Poder Judicial, para consolidar Ciudad Justicia, para que el nuevo Sistema Penal Acusatorio puede desarrollarse completamente. Además de realizar una gran inversión para el Centro de Comando C5-i, y facilite la coordinación de las corporaciones de seguridad y procuración de justicia, es decir, el Mando Único.
También anunció que se instalará en Cosío el primer Ferropuerto para Hidrocarburos en el país; así como un Centro de Logística para la Industria Automotriz, que contará con aduana interior, recinto fiscalizado y puerto seco; un Centro de Logística Agroindustrial; y un Centro de Investigación para la Industria Lechera.
En el momento en que Orozco Sandoval se acercó al micrófono, al intentar acomodarlo, lo zafó, “nada más lo toqué poquito”, dijo, todavía nervioso, a estas alturas del discurso, ya no duda, ya no es evidente que lee en las pantallas de cristal, más suelto, se echa para adelante para anunciar que en el primer mes de su administración se licitará la obra de un distribuidor vial para solucionar el problema del tráfico vehicular en el cruce de Tercer Anillo y salida a Zacatecas. Mientras que a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes exigirá que se arranque ya con la construcción del libramiento carretero poniente, que está parado desde hace doce años sólo por el conflicto de intereses de algunos empresarios y políticos.
La concurrencia no ha escatimado en los aplausos, pero tampoco ha sido pródiga, a diferencia de los actos de campaña, no ha habido porras, de vez en cuando, aislado, pequeños grupos aplauden, es cuando aborda el tema de la educación cuando estalla el aplauso unánime, no porque haya prometido algo, sólo porque dijo que Aguascalientes cuenta con los mejores maestros.
Otro momento que arrancó aplausos fue cuando se refirió al transporte público, Orozco Sandoval señaló que 2017 será el año en que inicie la modernización de todo el transporte y, con voz endurecida, amenazó a los actuales concesionarios, o se suman a los cambios, o de lo contrario vendrán nuevos inversionistas para hacer realidad el proyecto que tiene en mente.
Sobre el desarrollo social, es vago el discurso, la promesa de un Aguascalientes sin pobreza extrema, no hay una sola mención a la Secretaría de la Familia que prometió en campaña, pero sí la insistencia en que los organismos de gobierno que se ocupan de esta materia tendrán que modificar su forma de trabajo, diferenciar entre la entrega de apoyos y las subvenciones, para que sin abandonar a los sectores vulnerables, los subsidios sirvan para potenciar proyectos productivos. Una referencia similar a la que hizo cuando en días pasado presentó a su gabinete e indicó que el Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia DIF, ya no se iba a distraer en tantas cosas y que sólo se ocuparía de los sectores vulnerables.
En algún momento, Orozco Sandoval aludió directamente a tres de los presidentes municipales ahí presentes (Aguascalientes, Jesús María y San Francisco de los Romo) para indicarle que el fondo para el desarrollo del área conurbada se destinará a salvar el Río San Pedro.
Hasta ese momento, el nuevo señor gobernador no había hecho alusión a su predecesor, el gran ausente, Carlos Lozano de la Torre, quien a pesar de haber confirmado su asistencia al Centro de Convenciones, de última hora canceló; si acaso, cuando Orozco Sandoval indicó que ya no se harían carreteras que no llevaran a ninguna parte, en velada mención al rumor de que el gobernador priista levantó una carretera que lleva directamente a su rancho en San José de Gracia. Si bien en ningún momento mencionó a Lozano de la Torre, Martín Orozco sí se refirió a la administración anterior indicando que su gobierno tiene la mirada puesta en el futuro, que no se va a escatimar en reconocimiento a lo que se dejó, pero que es necesario construir a largo plazo, dar respuestas inmediatas a problemas impostergables.
En la parte final del discurso, Martín Orozco volvió a hacer referencia al empoderamiento ciudadano, a la separación entre la sociedad y los políticos, confianza que se habrá de recuperar si se destierra la corrupción y la impunidad, según el contador público, con eso basta. “Estamos listos para alcanzar la transformación de este extraordinario estado que nos ha dado todo y al que nos debemos”, cerró su discurso; casi de inmediato, los dos hijos más pequeños del nuevo señor gobernador lo alcanzaron en el centro del templete, los aplausos no se hicieron esperar.
Ya en los pasillos, algunos desesperados corrían hacia las salidas con la intención de evitar los atorones en los estacionamientos; los representantes de los medios de comunicación levantaron sus cámaras para abandonar el templete y palcos acondicionados para dar seguimiento a la toma de protesta, corrían hacia los invitados especiales, pues se había anunciado que sería al final de la sesión solemne cuando se les podría entrevistar; y quién sabe, en una de esas, convencer al nuevo señor gobernador de dar una declaración, aunque también ya se había informado que no habría entrevista posterior. Además, los asistentes ya se arremolinaban alrededor de Martín Orozco Sandoval, quien rumbo a la salida danzó al ritmo de: selfie-pasito-selfie-pasito hasta alcanzar la salida del Centro de Convenciones que da a la Isla San Marcos, donde más y más se sumaban a la petición de una fotografía.
Afuera, en el costado del Centro que da a Bulevar San Marcos, el grupo que venía de lejos se levantó de las sillas en que “amablemente” los dejaron sentarse, cuando notaron que el movimiento del gobernador estaba en el otro extremo, donde un hombre subido en un poste gritaba desesperado: “Martín, Martín, Martín”, hasta que Orozco Sandoval dirigió la mirada a donde estaba y lo saludó, el hombre bajó del poste dibujada en el rostro una sonrisa amplia de misión cumplida; en el otro extremo también, estaban apostados una decena de choferes de S.E.T.A.X.I., quienes demandaban que el nuevo señor gobernador los atendiera en ese momento, prometieron que no se irían de ahí hasta que escucharan sus demandas.
El selfie-pasito-selfie-pasito se repitió casi media hora, hasta que lograron que Martín Orozco Sandoval traspasara una valla y la multitud se replegó. Los que vinieron de lejos se fueron esparciendo, con sus cartulinas resguardadas para una mejor oportunidad; quienes sí alcanzaron silla y aplaudieron, muchos de ellos, se dirigían mansamente hacia los estacionamientos, algunos se preguntaban si alcanzarían a llegar al Estadio Victoria a tiempo para el encuentro Necaxa-América, otros simplemente iban por ahí iluminados porque forman ya parte de la nueva administración.
El dispositivo de seguridad alrededor de la toma de protesta de Martín Orozco Sandoval se fue relajando, a las 21:30 salió el camión de bomberos que hizo guardia, apenas un poco delante de un vendedor de algodones para el que no fue su día y regresaba a casa a pie.
Un buen comienzo, apoyaremos un buen final para el Sr. Gobernador.
No a los descalificativos y deseos de venganza y fermentación de cierto locutor, esperemos a los hechos con mucha confianza.
Bastante malita la crónica.
A mí sí me gustó el texto.
AHORA A CUMPLIR “LITERAL” CON LA TOMA DE PROTESTA CONSTITUCIONAL DE AGS…
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Aguascalientes
Artículo 41.- El Gobernador del Estado será electo directamente por el pueblo, en los términos de la Ley Electoral; durará en su encargo seis años y empezará a ejercer sus funciones el día primero de octubre del año de la elección, previa protesta que rendirá ante el Congreso, en los siguientes términos:
“PROTESTO GUARDAR Y HACER GUARDAR LA CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LA PARTICULAR DEL ESTADO Y LAS LEYES QUE DE AMBAS EMANEN, Y DESEMPEÑAR LEAL Y PATRIOTICAMENTE EL CARGO DE GOBERNADOR QUE EL PUEBLO ME HA CONFERIDO, MIRANDO EN TODO POR EL BIEN Y PROSPERIDAD DEL ESTADO; Y SI ASI NO LO HICIERE, QUE EL PUEBLO ME LO DEMANDE”.
Es decir, CUMPLIR LAS LEYES CIVILES, PENALES, FISCALES, ADMINISTRATIVAS, entre otras, sin distingo de raza, diversidad sexual, credo religioso, puesto o posición política y social…
Cierto, sin odios y sin chantajes, el pueblo tiene la palabra.