¿Existe el Infierno? ¿Existe Dios?
¿Resucitaremos después de la muerte?
Ah, y no olvidemos lo más importante: ¿habrá mujeres allí?
Woody Allen
Convocatoria al concurso de carteles A la muerte con una sonrisa. El Museo Mexicano del Diseño (Mumedi), ubicado a unos cuantos pasos de la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, exactamente en la calle Francisco I. Madero 74 -antes calle Plateros-, se ha caracterizado en los últimos años por ser un espacio referente para el diseño del país en sus diferentes vertientes.
Su ubicación lo hace un espacio privilegiado y un monumento histórico, la edificación está sostenida sobre los cimientos que fueron parte de la pirámide del emperador azteca Huehue Moctezuma, luego destruida para edificar el palacio del conquistador Hernán Cortés, para posteriormente ser propiedad del conde Francisco Mora, la fachada actual fue diseñada a finales del siglo XVIII por un discípulo del arquitecto Manuel Tolsá.
En la actualidad dicha edificación histórica alberga el proyecto del Museo Mexicano del Diseño, ideado por el prestigioso diseñador gráfico Álvaro Rego García de Alba, creador y director de la afamada revista de diseño Matiz -ahora ya extinta-, ganador de múltiples premios y generador de trabajos en diversas ramas del diseño, llámese diseño editorial, restauración, arquitectura, diseño industrial, de joyería, web, interiorismo, multimedia, museografía, etc.
Con el objetivo principal de apoyar y promover el diseño -principalmente industrial y gráfico- en sus diferentes expresiones tanto nacionales como internacionales se crea la Fundación Mumedi en 2002, contando así con un espacio en donde se muestra el diseño, su experimentación y sus alcances. El museo es un remanso en medio de la vorágine del Centro Histórico de la ciudad, un espacio para tomar un café mientras se hojean publicaciones especializadas o se observan objetos de diseño, que pueden ser piezas únicas de diseñadores emergentes dando así oportunidad de difusión a creativos con pequeñas producciones. El espacio también genera talleres, conferencias y exhibiciones relacionadas al diseño, el producto, los materiales y la tecnología para generar innovación y valor agregado al diseño mexicano. Aunque actualmente se encuentra en remodelación, el museo cuenta también con un hotel de seis habitaciones, cada una diseñada de manera particular.
Uno de los puntos más interesantes que el museo ha desarrollado es la generación constante de concursos con las más variadas temáticas y enfoques, generando así propuestas frescas y dinámicas para los diseñadores mexicanos, en esta ocasión con la convocatoria al concurso de carteles A la muerte con una sonrisa, que se presenta como un ejercicio para explorar las diferentes técnicas y expresiones gráficas que puede abarcar un cartel con la creatividad como única limitante, dirigido a mayores de 18 años de cualquier nacionalidad que desarrollen un cartel -afiche- sobre la muerte. La muerte como tema central, con todas las connotaciones sociales, históricas, culturales, humorísticas y existenciales que este tema puede implicar, se trata de proponer un gráfico de reflexión personal, de significación particular en base a un tema cotidiano y obturarlo en un cartel.
En pasadas ediciones -que pueden consultarse en la página del museo http://www.mumedi.mx- se muestra la versatilidad de cada diseñador para abordar el tema de la muerte, algunos con sátira, con humor, con algarabía y alegorías, otros con un excelente humor negro o una actualidad desbordante, propuestas abstractas o figurativas, en color o blanco y negro; las propuestas, las técnicas y los enfoques son tan diversos que enriquecen el concurso. El tema de la muerte no es menor, ni para tomarse a la ligera, sea visto desde el punto de vista existencialista como el destino inexorable de todo ser, desde una perspectiva histórico-cultural como la de un pueblo que la celebra o como una sociedad actual que la padece entre violencia y barbarie. Sea cual sea la visión particular de cada diseñador, graficar la muerte es una oportunidad de ocuparse de ella y no de que ella se ocupe de nosotros, al final el diseño trata de eso, de generar por un instante una creación efímera para pretender torpemente la inmortalidad.
En esta edición el trabajo es de técnica libre y podrá ser entregado/enviado en formato digital vía correo electrónico hasta el 19 de octubre. Se podrán inscribir hasta un máximo de tres obras -la inscripción no tiene costo- y éstas deberán de acompañarse de una ficha de inscripción, firma de autorización de reproducción y comercialización -todos los formatos se encuentran en la página web del museo en la sección Concursos y Convocatorias-. Los organizadores han comunicado que la posibilidad de competir no termina con la selección de ganadores por parte del jurado, ya que una selección de carteles finalistas será exhibida en noviembre en el Centro Cultural de Finlandia, en España, con la posibilidad de ser comercializados, con esta temática los participantes recibirán regalías por obra vendida más allá de si ésta ha sido la ganadora o no. A su vez se realizará en el primer mes de exhibición el conteo del cartel más votado como favorito, el cual tendrá una mención especial. Los premios y los datos técnicos de la convocatoria se encuentran en el sitio web del museo, el concurso es un buen pretexto para abordar el tema de la muerte, y a su vez es un buen termómetro para observar la calidad y creatividad grafica de los diseñadores mexicanos, su grado de síntesis, de técnica y de integrar comunidad.
“La razón por la que hago películas es que, si te distraes, si ves el baloncesto, si practicas magia, si haces películas… te concentras en eso y no piensas en la muerte. Si me quedo en casa y no hago nada, lo que hago es pensar en estas cosas terribles” –Woody Allen.