- Negocios millonarios con despensas y útiles escolares
- Amigos de ex gobernadores tamaulipecos hicieron negocios en Aguascalientes
Amigos de los ex gobernadores tamaulipecos Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, vinieron a Aguascalientes a hacer negocios ilícitos con despensas y útiles escolares, mediante una presunta red de oscuras complicidades.
Comercializadora y Desarrollo Unificado de México, S.A. de C.V., en 2007 vendió al gobierno de Tamaulipas 718 mil mochilas chinas, las importó por 460 pesos cada una y vendió en más de cinco mil pesos cada pieza, 37 millones de pesos en total. Se sospecha hizo lo mismo en Aguascalientes, al vendernos 132 mil 500 despensas y 284 mil 234 paquetes de útiles escolares en más de 35 millones de pesos, y sin licitar.
El Órgano Superior de Fiscalización (OSF) detectó la anomalía y el fondo lo aporta La Jornada Aguascalientes, en una historia que empezaría antes pero que relatamos a partir del 23 de octubre de 2007, cuando Adolfo Elías Almanza Díez, propietario de la empresa Comercializadora y Desarrollo Unificado de México, S.A. de C.V., fuera señalado de violar la Ley de Responsabilidades de los Funcionarios Públicos del Estado de Tamaulipas, al participar en una licitación desde su cargo de funcionario estatal, denunciaría el dirigente estatal del PAN, Alejandro Sáenz Garza.
El secretario general de ese instituto político, Tomás Vanoye Carmona, denunció fraudulenta compra de relojes, mochilas y material de seguridad, cuyas pruebas (un video) serían llevadas a la Fiscalía Especial para Delitos Electorales.
El gobierno tamaulipeco -según Vanoye- compraría 710 mil mochilas (cada una con un cuaderno, dos lápices, una pluma, un borrador, una regla y un sacapuntas) para alumnos de educación básica, mediante licitación número 57062002-011-07, “ganada” por la empresa Comercializadora y Desarrollo Unificado de México, S.A. de C.V., “la cual está a nombre de Adolfo Elías Almanza Díez, quien aparece en la nómina de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Empleo, y de Farough Fatemi Corcuera, empresario que ha sido señalado como prestanombres del ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba”, difundió la prensa tamaulipeca.
Vanoye fue más allá: presentó copia del pedimento aduanal que detalla la importación de mochilas chinas por parte de la citada comercializadora, con un costo total de tres millones 272 mil pesos, que Almanza y Fatemi vendieron al gobierno de Hernández Flores en cinco mil 220 pesos cada una, cuando su valor real era de 460 pesos, es decir, se pagaron 37 millones de pesos en total.
A diferencia de Aguascalientes, donde en 2011 no se licitaron las despensas y útiles escolares por más de 35 millones de pesos, el gobierno tamaulipeco sí impuso las bases de la licitación, pero además “obligó” al ganador a entregar la mercancía al día siguiente de difundido el fallo; o sea, la comercializadora se había preparado con tiempo.
Tres días después de las denuncias de Sáenz Garza y Vanoye, el contralor estatal, Alejandro Jiménez Riestra, encaró a los medios y aseguró que no hubo irregularidades en la compra del material electoral a un ex funcionario del Gobierno del Estado. Explicó:
“Fue una licitación pública nacional, donde participaron cinco empresas, cada uno de los procedimientos de compras está apegado a la Ley de Adquisiciones y este procedimiento no fue la excepción”.
Adolfo Elías Almanza Diez, desde su cargo de director de Proyectos Estratégicos de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Empleo, inició la negociación -con información privilegiada- para venderle al gobierno tamaulipeco las mochilas, los relojes y muchas otras cosas más, como gorras para la campaña priísta.
El contralor argumentó a los reporteros, en aquella ocasión, que por ley no se prohíbe a servidores públicos desempeñarse en algún puesto hasta un año después de dejar el cargo. Negó también el conflicto de intereses, o lo que Miguel de la Madrid llamaba: “tráfico de influencias”.
El funcionario ofreció investigar el caso y así llegamos al 10 de enero de 2008, cuando se le conoció mayor redondez al negocio: Fueron 718 mil mochilas chinas, corrientes, que Almanza y Fatemi importaron por tres millones 272 mil y vendieron en 37 millones 62 mil pesos.
Comercializadora y Desarrollo Unificado de México, S.A. de C.V. -la misma que vendió despensas y útiles escolares a la Sebideso de Aguascalientes por poco más de 35 millones de pesos en 2011- es propiedad de Adolfo Elías Almanza Díez, en sociedad con Faruk (o Farouhg) Fatemi Corcuera; éste último es socio del ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba.
Ese mismo año, el 12 de septiembre de 2008, el empresario maderero tamaulipeco, Mario González Vázquez, publicaría una carta abierta en la prensa local, mediante la cual denunciaba el robo del cual le hizo víctima Farough Fatemi, y le pidió apoyo al gobernador Hernández Flores; obviamente, ese apoyo nunca llegó.
Aunque 2007 no fue el único año en que vendiera mochilas a alumnos de educación básica, en 2008 también vendió en Tamaulipas “vistosos portafolios”, a través de Almanza Díez y su comercializadora Dume.
El 26 de mayo de 2012, la Procuraduría General de la República (PGR) cateó una casa de Yarrington y de su socio Fatemi Corcuera, involucrado con otros cuatro empresarios tamaulipecos -Fernando Cano Martínez, Napoleón Rodríguez de la Garza, Alberto Berlanga Bolado y Eduardo Rodríguez Berlanga- en delincuencia organizada y perseguido por el Departamento de Drogas de Estados Unidos (DEA), todos ellos amigos de los ex gobernadores Yarrington y Hernández Flores.
El 25 de agosto del mismo año, se conoció que Fatemi Corcuera -quien supuestamente se localiza en Francia- es prófugo de la justicia, mencionado insistentemente por los testigos protegidos que investigan a narcopolíticos tamaulipecos, con negocios en constructoras, inmobiliarias, ranchos agrícolas y ganaderos; gasolineras, laboratorios farmacéuticos y comercializadoras, como Dume, que presuntamente vino a Aguascalientes a hacer de las suyas.
Foto: Víctor Pérez.